Reflexión sobre la frase "Se gana mas dando con las manos que orando con los labios"
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Esa frase quiere decir que no debemos de hablar si no vamos a cumplir, importan mas las obras que las palabras.
Explicación:
espero q te ayude
Respuesta:
La reflexión es que
"las manos que ayudan son mas nobles que los labios que rezan"
Explicación:
Nadie va a pasar a la historia por cumplir normas. Los actos no engrandecen, simplemente se ejecutan. Es la actitud la que va a hacer que seamos recordados. Y la debilidad de la actitud se vuelve la debilidad del carácter. Al igual que el dinero, los hábitos provocados por nuestra actitud sacan lo mejor y lo peor de las personas. De ahí la importancia de sacar un mal hábito de su vida para remplazarlo por uno bueno.
Y da igual la profesión que tenga. No se crea que me es fácil responder cuando me preguntan ¿pero tú a que te dedicas?
Me gustaría decir que a intentar hacer más feliz a la gente mediante la ayuda. Ya sea profesional o personal, que van íntimamente ligadas. La finalidad de la vida consiste en añadir valor a la vida de la gente.
No importa a qué te dediques sino lo que tu dedicación puede hacer por los demás. Cuando tus intenciones están enfocadas en ayudar a los demás, se producirá la magia de que confiarán en ti y se acercarán.
No es una cuestión de sectores, sino de relaciones humanas. La vida es una cuestión de argumentos. Y el principal argumento es aguantar el esfuerzo de poder alcanzar cualquier meta. Sin embargo, las dos incapacidades más habituales son la de mantener el esfuerzo y la de aplazar la recompensa. En definitiva, constancia y paciencia. La constancia consiste en hacer algo todos los días que te conduzca al objetivo. Y la paciencia es saber esperar sin desesperarse. Nada que ver con la pasividad.
Y solo se vencen cuando quien mueve tu vida, tu motor, es la pasión. Y la pasión no es solo motivación, tan de moda ahora, sino mucho más fuerza de voluntad. La distancia entre los sueños y la realidad se llama disciplina.
Cuando establecemos relaciones, que no es fácil, nos olvidamos que lo más complejo no es el inicio de las mismas sino el seguimiento. Hoy hay exceso
Estamos obsesionados por potenciar el coeficiente intelectual (y no nos damos cuenta que no se puede ser un diez en todo). ¿Pero quién nos ha educado en determinación, optimismo, entrega, decisión, tenacidad, lucha…?
Nunca he entendido como en el colegio no hay dos asignaturas que deberían ser de obligada referencia.
Una, ser feliz. Todos vivimos para ser felices pero nadie nos ha explicado qué es eso de ser feliz. Una vida feliz no consiste en la ausencia sino en el dominio de las dificultades que aparecen en la vida.
Hay varios tipos de felicidad o formas de encontrarla.
Una, es evidente, está relacionada con la actitud ante la vida. Si no puedes reírte varias veces de una sola cosa... ¿Por qué lloras por lo mismo una y otra vez?
Otra con el saber aceptarnos tal y como somos, así como las circunsta
Si analiza a las personas con más éxito profesional, se dará cuenta que no tienen una profesión. Lo que tienen es una vocación. La diferencia entre la mediocridad y la grandeza es el compromiso. Hay que comprometerse a conseguir un propósito común (fin), no a hacer una actividad (medio). No hay tanta competencia en la gente de excelencia. La competencia vive en los niveles de mediocridad.
Y el compromiso siempre es con uno mismo. Con el otro, sea persona o empresa, se llama lealtad. El compromiso con uno mismo es tomar tu propia vida en tus manos y dejar de culpar a los demás o parar de lamentarse por lo que no tienes o no has conseguido.
Una tercera forma de felicidad está relacionada con la vocación o la pasión por lo que haces.
Y la última tiene que ver con la ayuda a los demás. Con independencia de razas, culturas o religiones, la gente más feliz es aquella que hace algo por los demás, por mejorar la sociedad. De ahí la alegría que veo siempre en el mundo del voluntariado.
Las manos que ayudan hacen más milagros que los labios que rezan.
Vender es ofrecer soluciones a la gente, resolver problemas. Y en las ventas nos explicaron mal que hay que saber mucho de productos. No, hay que saber sobre todo de personas. Se venden cosas a las personas, no personas a las cosas.
La gente no confía en productos, confía en personas. Un cliente no es una transacción, sino una conexión duradera. No hay que hacer ventas sino clientes.
Y para ello hay que planificar, que en ocasiones, sobre todo para los más creativos, es aburrido. Pero no planificar es sinónimo de planificar el fracaso. El foco del éxito está centrado en saber qué se quiere conseguir (tener claridad de objetivos), cómo lo quiero conseguir (dónde he de focalizar mis prioridades para así no quejarme de la falta de tiempo) y medir para mejorar mis resultados con el fin de ir corrigiendo y ajustando mis resultados deseados.
En definitiva, si quiere una frase para empezar a alcanzar el éxito, le regalo esta de Madre Teresa de Calcuta. “No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz”.
Espero te ayude <3