reflexión del contrato de 1923?
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Los tiempos cambian eso no tiene lugar a dudas, pero en el año 1923 ser maestra era muy distinto a lo que conocemos en la actualidad. No pelaban por mejoras en los sueldos, ni se pensaba en mejoras en los lugares de trabajo. Por cierto… tampoco podían casarse.
Corría el año 1923 y en el mundo tanto como en nuestro país, el oficio de ser maestra era uno de los más respetados en la sociedad, pero lejos de ser un trabajo sencillo, las que decidían optar por esta profesión tenían que dejar de lado su propia vida para dedicarse a pleno a la enseñanza.
Argentina miraba a Europa y tanto como en querer imitar su forma de vida, así se hacía también en sus contratos de trabajo, en el cual la maestra o como se la nombraba en los papeles “La Señorita”, debía respetar todos los puntos para poder seguir trabajando y ser parte de una sociedad muy crítica para la época.
Los puntos más sobresalientes eran:
No casarse. El contrato queda automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa.
2.- No andar en compañía de hombres.
3.- Estar en su casa entre las 8:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana a menos que sea para atender función escolar.
4.- No pasearse por heladerías del centro de la ciudad.
5.- No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin permiso del presidente del Consejo de Delegados.
6.- No fumar cigarrillos. El contrato queda automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra fumando.
7.- No beber cerveza, vino ni whisky. El contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encuentra a la maestra bebiendo cerveza, vino y whisky.
8.- No viajar en coche o automóvil con ningún hombre excepto su hermano o su padre.
9.- No vestir ropas de colores brillantes.
10.- No teñirse el pelo.
11.- Usar al menos 2 enaguas.
12.- No usar vestidos que queden a más de cinco centímetros por encima de los tobillos.
Con este contrato la “señorita” se convertía en una persona respetable de la sociedad y podría ser tratada como tal ante las autoridades, que en cuanto al pago apenas alcanzaba para mantenerse y que si no se disponía en la escuela de un albergue hubiese sido una misión casi imposible
Corría el año 1923 y en el mundo tanto como en nuestro país, el oficio de ser maestra era uno de los más respetados en la sociedad, pero lejos de ser un trabajo sencillo, las que decidían optar por esta profesión tenían que dejar de lado su propia vida para dedicarse a pleno a la enseñanza.
Argentina miraba a Europa y tanto como en querer imitar su forma de vida, así se hacía también en sus contratos de trabajo, en el cual la maestra o como se la nombraba en los papeles “La Señorita”, debía respetar todos los puntos para poder seguir trabajando y ser parte de una sociedad muy crítica para la época.
Los puntos más sobresalientes eran:
No casarse. El contrato queda automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa.
2.- No andar en compañía de hombres.
3.- Estar en su casa entre las 8:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana a menos que sea para atender función escolar.
4.- No pasearse por heladerías del centro de la ciudad.
5.- No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin permiso del presidente del Consejo de Delegados.
6.- No fumar cigarrillos. El contrato queda automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra fumando.
7.- No beber cerveza, vino ni whisky. El contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encuentra a la maestra bebiendo cerveza, vino y whisky.
8.- No viajar en coche o automóvil con ningún hombre excepto su hermano o su padre.
9.- No vestir ropas de colores brillantes.
10.- No teñirse el pelo.
11.- Usar al menos 2 enaguas.
12.- No usar vestidos que queden a más de cinco centímetros por encima de los tobillos.
Con este contrato la “señorita” se convertía en una persona respetable de la sociedad y podría ser tratada como tal ante las autoridades, que en cuanto al pago apenas alcanzaba para mantenerse y que si no se disponía en la escuela de un albergue hubiese sido una misión casi imposible
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