Reflexión de Lucas 23
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Vv. 1-5.Pilato tenía bien clara la diferencia entre sus fuerzas armadas y los seguidores de nuestro Señor. Pero, en lugar de ablandarse por la declaración de inocencia dada por Pilato, y de considerar si no estaban echándose encima la culpa de sangre inocente, los judíos se enojaron más. El Señor lleva sus designios a un glorioso final, aun por medio de los que siguen las invenciones de su propio corazón. Así, todos los partidos se unieron, como para probar la inocencia de Jesús, que era el sacrificio expiatorio por nuestros pecados.
Vv. 6-12.Herodes había oído muchas cosas de Jesús en Galilea y, por curiosidad, anhelaba verlo. El mendigo más pobre que haya pedido un milagro para el alivio de su necesidad, nunca fue rechazado; pero este príncipe orgulloso, que pedía un milagro sólo para satisfacer su curiosidad, es rechazado. Podría haber visto a Cristo y sus prodigios en Galilea y no quiso; por tanto, se dice con justicia: Ahora que desea verlas, no las verá. Herodes mandó a Cristo de vuelta a Pilato: las amistades de los hombres impíos se forman a menudo de la unión en la maldad. En poco estaban de acuerdo, salvo en la enemistad contra Dios, y el desprecio por Cristo.
Vv. 13-25.El temor al hombre mete a muchos en la trampa de hacer algo injusto aún contra su conciencia para no meterse en problemas. Pilato declara inocente a Jesús y tiene la intención de dejarlo libre, pero, para complacer al pueblo, lo castiga como a malhechor. Si no halló falta en Él, ¿por qué castigarlo? Pilato se rindió a la larga; no tuvo el valor de ir contra una corriente tan fuerte. Dejó a Jesús librado a la voluntad de ellos para ser crucificado.