reflexion de la gallina degollada
Respuestas a la pregunta
El cuento trata de que el matrimonio de Mazzini y Ferraz no cuidaban a sus cuatro hijos, los cuales tenían un problema de salud. En el cuento se refiere a ellos con una mala palabra.
Además de ellos cuatro, tenían otra niña, la cual sí está sana.
El matrimonio solo cuida a la niña y a esta le dan todo. Sin embargo, a los otros niños no le prestan atención, no los cuidan, no les brindan cariño, etc.
Finalmente, los niños ven como la sirvienta mata a una gallina, la cual degollada para hacer la comida. Al cabo de un rato, los cuatro nenes toman a su hermana y la matan como la sirvienta había matado a la gallina.
Reflexión:
Cualquier padre o familiar, debe tratar a todos los niños por igual, ya sea que estén sanos o que tengan un problema (físico o mental), no se deben hacer diferencian, porque todos necesitan lo mismo, todos necesitan cariño.
Ellos no tienen la culpa de ser cómo son, no se los debe tratar de forma inadecuada.
Hay que enseñarle valores, enseñarles como es la realidad, lo que está bien y lo que está mal.
El matrimonio no los crió bien y no les enseñó absolutamente nada. Los niños al no saber lo que está mal, se copiaron de lo que hizo la sirvienta, pero ellos no sabían que eso era un crimen y todo lo que podía ocasionar.
Respuesta:
Con este llamado “cuento de terror” Horacio Quiroga, un cuentista, dramaturgo y poeta uruguayo de renombre, nacido en 1878, nos trae a la mente un relato acerca de una atrocidad tras la inocencia. Para empezar, está el infeliz matrimonio de los Mazzini-Ferraz, causado por el infortunio de haber concebido cuatro hijos que, aunque, en un principio eran muy sanos, cuando llegaron al año y medio sufrieron terribles convulsiones, producto de un trastorno llamado “meningitis”. Los esposos desolados empiezan a culparse el uno al otro por su desdicha, reprochando sus antecedentes de salud.
Tiempo después conciben a una niña sana y se olvidan de sus cuatro hijos que en palabras del autor son llamados “i d i o t a s”. Quiroga (1917) dice: “casi siempre estaban apagados un sombrío letargo de idiotismo, y pasaban todo el día sentados en su banco, con las piernas colgantes y quietas, empapando de glutinosa saliva el pantalón”.
Explicación: