Redacte cinco ideas que describan al personaje
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
es"Guapo y feo?
Explicación:
grax jijiji
Respuesta:
1. Ropa
A menos que la moda sea muy importante en el desarrollo de la trama, no conviene detenerse a describir de forma prolija lo que visten nuestros personajes. En lugar de ello, podemos incluir pequeños detalles sobre su vestuario durante el desarrollo de la acción o en las acotaciones de los diálogos.
Ejemplo: en vez de «Para asistir a la cena, Ana llevaba una blusa azul de seda y una falda ajustada negra», podemos incluir ese detalle dentro de la acción: «La salsa, servida sin cuidado, salpicó la blusa azul de seda de Ana y se deslizo hasta su falda.»
2. Rasgos físicos
A la hora de hacer descripciones de personajes, no es necesario describir de arriba abajo su cuerpo o su aspecto, ni siquiera de los protagonistas. Basta con incluir un par de rasgos físicos relevantes que proporcionen al lector los datos necesarios para saber quién es el personaje.
Ejemplo: un par de rasgos bien elegidos pueden decir mucho sobre la personalidad del personaje que describen.
La frase «Ana recogió su cabello bien cuidado en una coleta que dejaba al descubierto las pequeñas perlas de sus pendientes», describe a una mujer sofisticada, probablemente profesional y madre de familia.
Mientras «Ana se enfundó en unos estrechísimos pantalones y añadió más fijador a su pelo para asegurarse de que se mantenía de punta», nos describe a una mujer absolutamente diferente: joven, rebelde, iconoclasta.
3. Carácter
Mejor que especificar en una larga relación cómo es el carácter de nuestros personajes, enseñémoselo al lector mediante sus actitudes, gestos, palabras y acciones a lo largo de la narración.
Ejemplo: en vez de «Ana era una mujer nerviosa», démosle al lector señales de ello a lo largo de la narración: «Mientras esperaba el autobús, Ana se mordía las uñas».
Más adelante: «A Ana le costaba conciliar el sueño, en cuanto se tumbaba en la cama empezaba a darle mil vueltas a los acontecimientos del día y programar lo que debía hacer al día siguiente».
Después: «Ana había empezado a fumar de muy joven y, en situaciones de estrés, encendía un cigarrillo tras otro sin pausa.»
4. Diálogos
El vocabulario que emplean nuestros personajes les define. Debemos tener presente su lugar de origen, su nivel cultural e incluso su profesión cada vez que les hagamos hablar en los diálogos. Aquí enumeramos algunas cosas que debemos tener presentes al escribir diálogos.
Ejemplo: si Ana es una hija de españoles nacida en Inglaterra probablemente no hablará de forma correcta el castellano y eso debe reflejarse en sus diálogos. «—Hay towallas en el armario —me advirtió con su fuerte acento.»
5. Contexto
Al escribir descripciones de personajes, debemos recordar que nuestro personaje tiene aficiones, familia, y amigos, debemos servirnos de ellos también para revelar detalles de su carácter.
Ejemplo: Ana, inspectora de policía, acude cada tarde a la piscina porque desde niña iba a nadar con su madre, ya fallecida. Al aportar esa información, no solo señalamos que a Ana le gusta la natación y que está en forma para desempeñarse en su trabajo. Además estamos dando detalles de su relación con su madre, de su particular forma de rendir culto a la memoria de la muerta.
Como vemos, hay muchas maneras de plantear las descripciones de personajes sin caer en el manido recurso de situarle delante de un espejo y describir de forma minuciosa, a lo largo de dos páginas densas y aburridas, hasta el último detalle de su anatomía, su carácter y sus manías.