Castellano, pregunta formulada por samantalisbeth, hace 17 horas

Redactar
Un ensayo argumentativo con un tema de su agrado

Respuestas a la pregunta

Contestado por jhonjaiderchinchilla
3

Respuesta:

LOS MITOS DE LA CIENCIA: DESVENTURAS DE LA INVESTIGACIÓN, ESTUDIOS SOBRE CIENCIA Y POLÍTICAS CIENTÍFICAS*

Resumen

El artículo plantea que la mayor parte de las políticas científicas contemporáneas opera sobre un universo de creencias que ha desconocido los profundos cambios producidos en las concepciones sobre la ciencia. Para ello, se centra en los procesos de evaluación de la producción científica y muestra la distancia entre los modos de conceptualizar las prácticas científicas y los procesos de burocratización que las regulan. Se concluye que en América Latina las políticas científicas responden a una racionalidad burocrática subordinada a los centros hegemónicos de producción de conocimiento.

Quiero comenzar este artículo relatando una breve experiencia personal. Hace unas semanas, participando de uno de los tantos comités de evaluación de proyectos a los que estamos cada vez más habituados, se presentaron los puntajes finales de los proyectos que serían financiados, según el orden de mérito de los puntajes otorgados por los "pares". Se nos había solicitado revisar dichas calificaciones para ajustar los puntajes y asignar, además, una calificación adicional para priorizar las zonas geográficas y las instituciones "desfavorecidas". Estábamos en la revisión final cuando detectamos que un proyecto muy bueno, propuesto por un grupo localizado en la Patagonia, en una zona alejada de los centros de producción de conocimiento, tenía un puntaje excelente, pero una décima por debajo de la "línea de corte" que separaba los proyectos financiados de los carentes de financiación. Argumenté que debíamos priorizarlo y recomendarlo para su inclusión. La representante del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva puso el grito en el cielo, diciendo: "Ese puntaje ya está asignado y no se puede cambiar". Respondí: "Bueno, pero para eso estamos aquí, precisamente para asignar puntajes finales, y si nosotros hemos asignado ese puntaje, bien podemos revisarlo". Mis colegas del comité coincidieron conmigo en la apreciación del proyecto y en lo pertinente de su localización geográfica pero, me explicaron, "ya es tarde para hacer esa modificación" porque, agregaron, "implicaría rehacer la planilla". Insistí un poco más, pero sin suerte, señalando que lo importante no eran unas décimas en una planilla, sino que coincidíamos en que el proyecto debía ser apoyado. Por supuesto, perdí y sólo atiné a balbucear: "Estamos privilegiando la razón instrumental por sobre la razón sustantiva que nos convoca aquí". De eso, al menos en parte, se trata este artículo.

Es una convención generalmente aceptada que aquello que llamamos ciencia moderna se fue institucionalizando en un largo y sinuoso proceso, que se puede situar desde el siglo XVII, al tomar como un hito importante la creación de la Royal Society en Gran Bretaña en 1662, estrechamente ligada a la figura de Isaac Newton. Robert King Merton, pionero de la sociología de la ciencia, llamó la atención, en su estudio clásico de 1938, sobre lo que denominó un aumento en el interés sobre la ciencia a lo largo de esas décadas del siglo XVII. Desde entonces, el proceso de institucionalización y profesionalización del conocimiento fue ganando cada vez una mayor legitimidad pública, a través del "avance general del conocimiento", es decir, al ayudar a comprender el mundo físico, natural y social, así como a través de sus aplicaciones prácticas. A través de este proceso se fue dotando de una mayor formalidad, una enorme diversidad disciplinaria, y demandando más recursos, entre otras muchas cuestiones. Los cambios en las prácticas concretas de investigación, en sus formas de organización, en el papel social de la ciencia, en la disponibilidad de instrumentos y recursos tecnológicos han sido tantos durante estos cuatro siglos, que ya hace algunos años me pregunté si resultaba lícito seguir llamando con el mismo vocablo -ciencia- prácticas sociales tan diferentes (Kreimer, 1999)1.

Analizaremos a continuación las diferentes transformaciones que se fueron produciendo, tanto en la organización de la ciencia como en los abordajes para comprenderla, así como las políticas orientadas a su promoción, para finalizar planteando la distancia que se observa entre los modos de conceptualizar las prácticas y los procesos de burocratización que las regulan.

En una primera aproximación uno podría esperar que, dada determinada definición de la ciencia y de sus prácticas, éstas se correspondieran, de un modo natural, con un conjunto de "otras" prácticas, fuertemente asociadas con éstas, que permitieran evaluarlas. Ello tiene, sin duda, una fuerte impronta política, en la medida en que la evaluación ocupa una porción fundamental de las políticas de ciencia y tecnología, especialmente desde la segunda mitad del siglo XX.

Otras preguntas