Redactar un argumento que diferencie una actitud equivocada de una correcta.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Una definición clásica de actitud es la establecida por Allport, que la
consideraba ‘un estado de disposición mental y nerviosa, organizado mediante la
experiencia, que ejerce un influjo directivo dinámico en la respuesta del individuo a
toda clase de objetos y situaciones’ (Allport, 1935, en Martín-Baró, 1988).
Esta definición plantea ya algunas características centrales de la actitud
(Vallerand, 1994): a) es un constructo o variable no observable directamente; b) implica
una organización, es decir, una relación entre aspectos cognitivos, afectivos y conativos;
c) tiene un papel motivacional de impulsión y orientación a la acción -aunque no se
debe confundir con ella- y también influencia la percepción y el pensamiento; d) es
aprendida; e) es perdurable; y, f) tiene un componente de evaluación o afectividad
simple de agrado-desagrado.
Además, otros dos aspectos que se suelen integrar en los fenómenos actitudinales
son: a) su carácter definitorio de la identidad del sujeto; y, b) el ser juicios evaluativos,
sumarios accesibles y archivados en la memoria a largo plazo (Zimbardo y Leippe, 1991).
Teorías Clásicas de la Formación de las Actitudes
Las teorías clásicas de la formación de las actitudes postularon que éstas se
aprendían de la misma forma que otras respuestas aprendidas. Se consideraba que las
respuestas actitudinales se reforzaban por procesos de condicionamiento clásico e
instrumental.
El Condicionamiento Clásico de las Actitudes
El condicionamiento clásico plantea que un estímulo neutral no capaz de elicitar
una determinada respuesta, adquiere esta capacidad gracias a la asociación de éste, de
forma repetida, con un estímulo que provoca dicha respuesta.
Diferentes autores han considerado que la formación de las actitudes podía darse
por un proceso de condicionamiento clásico y que éstas podían afectar a posteriores
respuestas comportamentales. Staats y Staats (1958) presentando a estudiantes el
nombre de ciertas nacionalidades acompañadas por adjetivos positivos, negativos o
neutros, encontraron que aquellas que habían sido apareadas con adjetivos positivos
se evaluaban más favorablemente que las apareadas con adjetivos negativos. Según
Explicación: