¿Reconoces aquellos aprendizajes que ha tenido tu cuerpo sin que hayas usado la palabra?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Es importante recordar que comunicamos aunque no hablemos, que no toda comunicación
pasa por la oralidad o la verbalización
Entonces es posible relatar sin palabras y expresar
aquello que es nuestro propósito. De este modo te puedes dar cuenta que a lo largo de tu vida
has aprendido a narrar sin
verbalizar
, sobre todo cuando no dominabas el lenguaje todavía. A
pesar de esto podías dar a conocer a los demás tus deseos, sentimientos y estados de ánimo,
entre otras cosas. En conclusión, es posible relatar, narrar historias y aventuras sin recurrir a la
verbalización, solamente haciendo uso del cuerpo y de la voz.
¿Cómo se utiliza la narrativa personal no verbal?
Cada uno de nosotros vamos construyendo una historia hecha de acontecimientos de diversos
tipos, registrados y depositados en nuestra memoria corporal, además al pertenecer a un
género y a un grupo social específico, nos ha heredado una forma de reconocer y usar nuestro
cuerpo. Esto tiene mucho que ver con el grado de expresión que cada quien alcanza en sus
diversos comportamientos. El cuerpo es el recipiente de una gran cantidad de pensamientos,
emociones, sentimientos y tendencias. El cuerpo ha aprendido sin palabras.
¿Reconoces aquellos aprendizajes que ha tenido tu cuerpo sin que hayas usado la palabra?
Descríbido:
Ahora bien cuando nos preparamos para actuar, debemos reconocer detenidamente el estado en que se encuentran nuestros recursos expresivos fundamentales, que son el cuerpo y la voz y trabajarlos para interpretar algún papel, éste corresponde a un personaje, el cual debe expresar ideas, emociones y sentimientos.
Otro instrumento fundamental y no visible es la imaginación, con ella puedes alimentar tu
espíritu y el camino para comunicarte con los demás. Ejercitas tu imaginación cuanto más libre
eres en la visualización de situaciones con sus elementos particulares, cuando no te censuras
ni frenas tus ideas, cuando dejas paso a la espontaneidad antes que al prejuicio, cuando corres
el riesgo de pensar y ser diferente. Durante tu infancia te guiabas por los sentimientos, por ello
tu fantasía era abundante, libre y sorprendía a los demás. Esa capacidad no se pierde, está en
ti y es tu responsabilidad mantenerla activa.
Para representar situaciones protagonizadas por una anciana, una secretaria, un chofer, un
dependiente, una chava alternativa, un cura, un escritor, una pintora, un vendedor de frutas,
una modista, un peluquero, un estilista y una monja, se requiere observación para recordar las
características de cada uno de sus movimientos e imaginación para incorporarlos en un relato,
una historia, un cuento o un acontecimiento.