Realize,Complemente sobre todo lo que tiene con la teoria y practica de la lectura
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Hola.
En el presente trabajo tratamos de articular tres ejes fundamentales en torno a la enseñanza de la
lectura como son la teoría, la investigación y la práctica educativa. Los resultados de distintas evaluaciones, a
nivel internacional, han puesto de manifiesto problemas serios en el dominio de la lengua escrita en muchos
países de habla hispana, donde las competencias en lectura se sitúan por debajo del promedio de los
países de la OCDE (ver, por ejemplo, el informe PISA 2000-2001, 2002, 2003 de la OCDE). En España, los
sucesivos informes del National Assessment of Educational Progress correspondiente a los años 2000, 2002
y 2004, sobre los resultados del sistema educativo en relación con lectura y escritura en Educación Primaria 1
,
la International Association for the Evaluation of Educational Achievement (IEA) publicó los resultados del
último PIRLS (Progress in International Reading Literacy Study, Martin, Mullis y Kennedy, 2007; Mullis, Martin,
Kennedy y Foy, 2007) y más recientemente el informe PISA, 2006.
Una parte de las principales carencias y dificultades que se detectan en los niveles medio y superior
puede ser atribuible al aprendizaje inicial de la lectura. Primero se aprende a leer y luego se lee para
aprender. Evidentemente, cuando esto último falla es preciso revisar qué está pasando en esa parcela del
conocimiento, que tiene que ver con las primeras etapas del aprendizaje, para poder prevenir problemas en
el futuro. Para ello, analizaremos las aportaciones provenientes de enfoques teóricos con amplias
implicaciones educativas para la enseñanza de la lectura como son el enfoque socio-cultural y la
psicolingüística, así como las nuevas tecnologías como soporte instrumental de la teoría, y los resultados de
las investigaciones que se han generado hasta ahora dentro de estos contextos y las prescripciones que se derivan para la práctica de la enseñanza de la lectura.
La lectura dialógica es una nueva forma de entender la lectura: engloba el proceso cognitivo de la
alfabetización dentro de un proceso más amplio de socialización en la lectura y creación de sentido acerca
de la cultura escrita con las personas adultas del entorno. La clave es la intersubjetividad o interacción en los
diferentes espacios y momentos de aprendizaje lector —aula, centro, hogar, etc. Desde la perspectiva
dialógica, la comunidad cobra sentido no sólo porque representa un contexto en el que los niños
interaccionan más allá del marco escolar, sino también porque miembros de la comunidad entran en los
espacios educativos y participan en actividades de alfabetización, multiplicando las interacciones centradas
en el proceso lector (Purcell-Gates, Degener, Jacobson y Soler, 2001; Soler, 2003). Además, debemos tener
en cuenta que los niños que están en nuestras aulas provienen de entornos diversos, en los que la cultura
escrita tiene una presencia diferente. En algunos estudios como el “Harvard Home-School Study of Language
and Literacy Development” se ha llegado a afirmar que es incorrecto explicar las causas del fracaso en la
lectura a partir de la ausencia de recursos y habilidades en los hogares de bajos ingresos. De hecho, existen
factores que dependen tanto de las familias como de los centros escolares.
Desde una perspectiva constructivista, se ha enfatizado que es cierto también que los niños, antes
de iniciar la experiencia formal de aprendizaje y enseñanza, pueden desarrollar concepciones propias
acerca del lenguaje escrito, y que se debería poner un énfasis en el significado de lo que se aprende. De
hecho, existe alguna evidencia empírica que demuestra la importancia de actividades orientadas hacia el
significado en la instrucción lectora. Por ejemplo, Stahl, McKenna y Pagnucco (1994) encontraron que algunas
actividades desarrolladas en las aulas, tales como el diálogo sobre los propósitos de la lectura y escritura,
pueden mejorar las actitudes y orientación hacia la lectura. Además, “una cantidad creciente de estudios ha
demostrado que, incluso antes de aprender a leer, los niños tienen cierto conocimiento de los objetivos de la
lectura y escritura”. Así, por ejemplo, Ortiz y Jiménez (2001) analizaron la naturaleza, evolución y estructura de
los conocimientos previos sobre el lenguaje escrito en niños prelectores españoles. Para ello, administr