Psicología, pregunta formulada por djeueirjj, hace 1 mes

realizar una historia que trate acerca de la ética de por lo menos 20 renglones

Respuestas a la pregunta

Contestado por molang17
2

Número 1
El maestro y sus discípulos
Decía un Maestro a sus discípulos:
— Un hombre bueno es aquél que trata a los otros como a él le gustaría ser tratado. Un hombre generoso es aquél que trata a otros mejor de lo que él espera ser tratado. Un hombre sabio es aquél que sabe cómo él y otros deberían ser tratados, de qué modo y hasta qué punto. Todo el mundo debería ir a través de las tres fases tipificadas por estos tres hombres.
Alguien le preguntó:
— ¿Que es mejor: ser bueno, generoso o sa- bio?
— Si eres sabio, no tienes que estar obse- sionado con ser bueno o generoso. Estás obligado a hacer lo que es necesario.
Cuento sufí anónimo.


Número 2
“El lobo y el perro”
Cerca de un bosque, había una vez un lobo tan flaco que no tenía más que piel y huesos. Su flacura la debía, entre otras cosas, a que no se podía acercar a los ganados, pues estaban protegidos por los perrosguardianes. Por eso, sólo de vez en cuando podía meterle el diente a un poco de carne.
Un día, el lobo estaba acechando el rebaño de ovejas, para ver si la suerte lo ayudaba y alcanzaba a cazar, encontró a un perro mastín que se había extraviado. El animal era rollizo y lustroso. Se veía que estaba bien alimentado. El lobo lo hubiese ata- cado de buena gana para servirse un buen almuer- zo. Pero, con mucha sensatez, pensó que tendría que emprender una batalla y que el enemigo tenía trazas de defenderse bien.
Por eso, el lobo decidió acercársele con la ma- yor cortesía y entablar una conversación con él.
— Te felicito, amigo, tienes un hermoso cuerpo –dijo el lobo.
— Amigo lobo, tú no luces tan bien como yo porque no quieres –contestó el mastín.
El lobo lo miró asombrado.
— ¿Cómo que no quiero? A mí me gustaría estar tan bien alimentado como tú.
— Entonces, deja el bosque –repuso el perro–. Los animales que en él se guarecen son unos desdichados, muertos siempre de hambre. ¡Ni un bocado seguro! ¡Todo a la suerte! ¡Siempre al acecho de lo que sea!
— Es verdad –dijo tristemente el lobo–. Cada día que amanece, me pregunto si tendré un buen almuerzo. Y, cuando llega la noche, casi siempre me voy a dormir con la barriga vacía.
— Entonces, no lo pienses más –repuso el perro–. Sígueme y tendrás mejor vida.
— ¿Y qué tendré que hacer? –preguntó el lobo, que desconfiado, sabía que nada era gratuito en esta vida.
— Casi nada –repuso el perro–. Tienes que proteger la casa, perseguir a los ladrones, jugar con los de la casa y complacer al amo. Con tan poco como esto, tendrás a cambio, huesos de pollo, pichones y, además algunas caricias.

molang17: Espero te sirvan :p
emobe77: Excelente.
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