realizar un discurso político de 100 palabras con el tema Nunca es tarde para aprender
Es de urgencia porfa una coronita el que lo conteste
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
A menudo sucede que los padres, en un intento desesperado por ocupar las horas libres de sus hijos, los apuntan a todos los extraescolares posible: danza, fútbol, inglés, francés, piano, guitarra, dibujo… pero muchas veces los niños no disfrutan de estas actividades ya que las consideran obligaciones en vez de oportunidades para aprender algo nuevo. Es por eso que muchos niños insisten a sus padres hasta que consiguen dejar de asistir a algunas de esas actividades.
Este es el caso de Clemency Burton-Hill: cuando era pequeña sus padres la apuntaron a clases de piano pero ella las odiaba así que hizo todo lo que pudo para dejar de estudiar piano. No obstante, a sus treinta años, se arrepiente de su decisión porque hace tiempo que desea aprender a tocar el piano pero se ha dado cuenta de que la agilidad en los dedos y la capacidad para memorizar escalas, partituras…ya no es la misma de cuando era una niña.
Sin embargo, el actor y director británico Samuel West, que hace poco se compró un piano y ha comenzado a practicar todos los días, asegura que: “Como adulto, uno conoce mejor sus propios estados de ánimo, por lo que es mucho más fácil utilizar la música como una manera de expresarse”. Y añade: “Si toco una pequeña pieza, puedo escucharme a mí mismo y expresarme mejor. Eso es parte de la madurez y es una alegría”.
No obstante, la pregunta es: ¿Se puede seguir aprendiendo una vez se es adulto? Rotundamente la respuesta es sí.
Tenemos la falsa idea de que las cosas tan solo pueden aprenderse durante la niñez pero no es cierto. Si hay voluntad, constancia y persistencia todo puede aprenderse. Clemency no acabará siendo una profesional del piano, pero eso no importa porque el simple hecho de que pueda acabar interpretando piezas que al principio le parecían realmente complicadas ya es en sí mismo un logro.
Si lo que necesitamos para acabar de dar el paso es más motivación, un buen ejemplo de que las cosas se consiguen si se quieren es Bertie Gladwin, un hombre de 92 años que se graduó en la universidad hace tan solo dos.
“El hecho de que me graduara a los 90 años en la Universidad de Buckingham en la carrera de historia puede hacer pensar a la gente que ‘he empezado tarde’” dice Gladwin, “pero a veces las cosas no tienen por qué suceder al momento sino que también pueden ser la culminación de un largo proceso.
Empecé mis estudios universitarios cuando tenía 60 años porque abandoné el colegio a los 14 y hasta que me jubilé no tuve ninguna oportunidad para estudiar. No obstante, incluso años antes de empezar mis estudios universitarios, el insaciable deseo de aprender ya me acompañaba.
He acabado una carrera universitaria pero también he aprendido muchísimas cosas de la vida puesto que mis ojos han presenciado muchos sucesos”. Obviamente, conseguir el graduado no fue fácil para Gladwin ya que tuvo que sacrificar muchas horas y eso a veces repercutió en sus relaciones personales. Afortunadamente, al final todo salió bien.
“Cuando durante la graduación me preguntaron qué era lo que había querido conseguir”, prosigue Gladwin, “mi respuesta fue: ‘retrasar el inicio de la vejez, ¡si es que no es demasiado tarde!’. Los amigos más educados me respondieron que el estudio había resultado y que mi fe en ejercitar la mente estaba justificada. Además una de las cosas que más me sorprendió fue que, actualmente, los antiguos y aburridos métodos de estudio se han transformado en materiales excitantes y entretenidos. Aun así, es un poco confuso cuando estás estudiando un suceso y te das cuenta de que tú lo viviste; sientes que te implicas de una forma más íntima pero, a la vez, también tienes una visión más objetiva”.
Además el ejemplo de Gladwin no es todo. Recientes estudios demuestran que es altamente beneficioso para la memoria aprender un nuevo idioma a partir de los 50 años. Sí, seguramente nos supondrá más esfuerzo, necesitaremos más tiempo, más práctica, más ayuda… pero ¡con paciencia todo puede conseguirse!
Así que ¿por qué no desenterrar aquellos hobbies que un día guardamos en un cajón con la etiqueta “soy demasiado mayor para aprenderlo” y ponerse manos a la obra? ¡Ya no hay excusas que valgan!
Saludos :3