Realizar un cuento de TERROR con inicio, desarrollo, conflicto, y resolución, que ocupe nomás una carilla. Al mejor cuento le daré corona.
Respuestas a la pregunta
Y de pronto ya nada se escuchó...
Eran las seis de la tarde, María y Claudio estaban sentados en el la sala, en compañía de la chimenea. La noche ya se acercaba y con ella la soledad.
Ya se hacía las diez de la noche y después de haber cenado una sopa de fideos cada uno se va a su habitación.
María se acuesta, prende la televisión como todas las noches para mirar su novela. Claudio se recuesta y comienza a leer un libro. La noche cada vez se sentía más fría. De pronto un ruido provino del pasillo, ni María, ni Claudio se levantaron a ver que era, pues la casa era muy vieja y era común que haga ruidos, ya sea las paredes de madera o las cañerías.
Eran las dos de la mañana ambos hermanos dormían, pero algo en la casa no dormía...
Otra vez un ruido muy fuerte se escuchó que los despertó y ya sabían que ese ruido no era lo como normalmente escuchaban, María agarró un palo de escoba que tenía en su habitación y salió al pasillo, miro a su alrededor no había nada, bajo a la cocina, no había nadie, fue a la sala, no había nadie. Decidió subir y cuando estaba por entrar a su habitación escuchó un ruido que provenía de la habitación de Claudio, se acerca, abre la puerta y no ve a nadie... Se asusta porque era tarde y su hermano no solía salir de madrugada, pero después se tranquiliza y supone que fue al baño, se va a su habitación y se acuesta, cuando está por dormir vuelve a escuchar un ruido que proviene de la cocina, como un cristal que se rompió, piensa que entraron a robar, baja muy rápido y no ve a nadie, tampoco ve ningún cristal roto, piensa que estaba quedando loca. Decide irse a dormir y ya no levantarse si escucha algo más.
Ya eran las 5 de la mañana, María aún dormitando, siente que la están observando, se despierta, su habitación estaba oscura, pues aún no amanecía, mira hacia una esquina donde tenía un espejo y ve a alguien en el espejo que le sonríe con una sonrisa perturbadora. Se asusta, cierra los ojos, cuando los vuelve a abrir ya no había nadie en el espejo, porque ya estaba detrás de ella. Un grito desgarrador se escuchó...
Ya eran las ocho de la mañana, Claudio se levanta, se prepara un café y se sienta cerca de la chimenea. En un momento mira para su izquierda y ve un espejo y en el a su hermana con una expresión de espanto, parecía muerta, el solo se sonríe al espejo y sigue tomando su café.