Realiza una lista, se situaciones que nos alejan del compromiso social de un buen
Cristiano
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Los cristianos debemos procurar que nuestra fe sea un signo de esperanza para quienes compartimos el caminar en este mundo. Cristo mismo lo afirma en su palabra al pedirnos que seamos sal de la tierra y luz del mundo (Cfr. Mt. 5, 13ss).
Para llevar adelante nuestra misión, es necesario que tomemos conciencia de nuestro compromiso, así como de los peligros en los que se puede caer como consecuencia de las actitudes de conformidad o indiferencia que permean en la sociedad moderna.
Es primordial que, como ciudadanos comprometidos, hagamos vida en nuestro peregrinar el mensaje del Señor, y que consigamos que nuestra luz brille ante los hombres (Cf. Mt. 5, 16).
Dios mediante, el próximo domingo 1º de julio, los mexicanos, mayores de edad, ejerceremos nuestro deber ciudadano al elegir al Presidente de la República, así como a quienes serán nuestros representantes en el Poder Legislativo de la Nación. Además, en nuestro Estado, elegiremos a los Alcaldes y Diputados del Congreso local.
“El derecho al voto, nace del hecho de ser ciudadanos de un país democrático… debemos votar según la propia conciencia y según las exigencias del bien común” (Cfr. Inst. Past. sobre la Participación en política de los seguidores de Jesucristo. No. 28. Marzo 2018). Este derecho, implica también el debido seguimiento que debemos dar al conocer los resultados de la contienda electoral.
“Más allá de la elecciones, necesitamos que los fieles laicos, libremente y de acuerdo a sus posibilidades, participen todo el año en política partidista y en la búsqueda del bien común”. “Les invito a no tener miedo de sumarnos a la conciencia y acción ciudadana que está despertando cada día, cuidando de no promover aquellas acciones que sean contrarias a nuestra fe…” (ibíd. 34 y 35).
Vivamos esta fiesta cívica con renovado entusiasmo, con la esperanza de encontrarnos con una nueva oportunidad para seguir creciendo como País, para seguir sembrando la Buena Nueva de Jesucristo en los habitantes de esta noble Nación que, bajo el amparo de Santa María de Guadalupe, camina hacia la Casa del Padre.