Realiza una biografía de Manuel Azaña, destacando principalmente el papel que tuvo durante la II República en España.
Respuestas a la pregunta
Azaña era un político «intelectual», en el mejor sentido de este término, es decir, alguien que estudiaba a fondo los problemas, tanto a partir de la historia española como por comparación, en especial del modelo francés. De Azcárate u Ortega, que no piensan en política, sino en principios ético-filosóficos o en tarea pedagógica. Aunque cabría preguntarse si el propio Azaña no relegó también la política.
Aún escondido, Azaña continuó vigilando el desarrollo de los acontecimientos. Ante el entusiasmo de la población en Madrid, que salió a la calle, Azaña fue recogido de la casa donde estaba escondido por sus compañeros y se dirigió junto a ellos hasta la Puerta del Sol, para asomarse posteriormente al balcón del Ministerio de la Gobernación. Con el decreto conocido como de retiros o ley Azaña, inició un proceso de reducción de efectivos militares. En el mitin inaugural de la campaña, en Valencia en junio, Azaña reiteró el objetivo de romper radicalmente con el pasado y de reconstruir el país y el Estado, para lo cual se hacía necesario triturar al caciquismo.
Por lo demás, a medida que avanzaban las semanas, la dificultad para formar gobierno hacía que las miradas se dirigiesen hacia Azaña como posible presidente. La votación favorable al nuevo artículo sobre la cuestión religiosa provocó la dimisión de Alcalá Zamora. Lerroux desechó su candidatura y señaló que Azaña era el hombre ideal, en tanto representaba a un partido minoritario que podía servir de puente entre los mayoritarios.