realicé un ensayo sobre el método de educación aplicadas el tiempo de aislamiento, sus ventajas y desventajas del año 2019 - 2020
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
En el corto plazo, la primera cuestión a plantearse
es el efecto que va a tener en el aprendizaje de los
alumnos la sustitución de las clases presenciales
por la formación on-line y a distancia.
El investigador Ludger Woessmann analizó
en un artículo publicado en Oxford Bulletin
of Economics and Statistics la evidencia
internacional sobre los factores determinantes
de los resultados académicos de los alumnos,
incluyendo la relación entre días de clase y
aprendizaje de los estudiantes. Woessmann
muestra que la reducción en un 10% en la
duración de la instrucción educativa disminuye
en un 1,5% de la desviación estándar,
estableciendo una relación que hemos creado
en el Gráfico 1. Este 10% representa en el caso
español 17,5 días (el año escolar son 175 días).
Estas son las jornadas que aproximadamente
llevarán cerrados los centros españoles antes de
Semana Santa debido a la crisis del Coronavirus,
aunque es más que probable que esta medida
se extienda por más tiempo. Esta estimación,
confirmada por estudios posteriores, se produjo
cuando la formación online no se encontraba
tan desarrollada como ahora en 2020.
Por el contrario, si el enfoque es el correcto,
como señala, el estudio realizado en España
por los profesores Furió, Juan, Seguí y Vivó, los
estudiantes no tienen por qué verse afectados.
Los profesores de la Universidad Politécnica
de Valencia, no encuentran diferencias
estadísticamente significativas entre los
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resultados educativos de estudiantes a través
de plataformas electrónicas o tradicionales en
intervenciones concretas.
Cabe señalar a este respecto que en la educación
presencial ya se utilizan las TICs como medio para
individualizar la formación de los alumnos y tratar
de atender las necesidades de cada uno de ellos.
Un efecto que en las actuales circunstancias se
podría potenciar.
Por su parte, en el post del 24 de marzo de
2020, el Profesor Antonio Cabrales del University
College London, matiza que la enseñanza virtual
puede ser incluso mejor que la presencial. El
problema es que tener el curso grabado hace
que nos confiemos en que “ya veremos la clase”.
Y el resultado se resiente.
En su reflexión hace referencia a otro aspecto
fundamental en la educación a distancia: la
educación a distancia exige un mayor grado de
compromiso y disciplina. Si éstos se alcanzan,
el rendimiento académico, concluye el Profesor
Cabrales, podría ser incluso mejor en los formatos
online.
Hay que aprovechar
las ventajas de la
educación online
como la posibilidad de
personalizar la formación
y reforzar los puntos
débiles de cada alumno.
No obstante, en el caso concreto que nos
ocupa, en el que los alumnos son niños,
algunos de corta edad, es evidente que son
los padres los que tienen que asumir dicho
compromiso con la formación de sus hijos.
Deben velar porque estén en contacto con
sus centros educativos y profesores1
, y que
realizan las actividades formativas previstas
por los mismos.
El rol de los padres es, en consecuencia,
fundamental y ello puede ser, a su vez, origen
de importantes diferencias entre unos y otros
alumnos por el apoyo que reciban en casa en
estos momentos. Aquellos estudiantes cuyos
padres tienen más nivel educativo pueden
recibir más ayuda durante la cuarentena,
lo que puede abrir una brecha entre los
alumnos
Explicación: