Razones militares para iniciar una guerra
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Respuesta:
La guerra es un asunto de importancia, como fue señalado por Sun-Tzu, para el estado, o por Clausewitz, como la continuación de la política por otros medios. Hacer de lado el tema por causas emocionales y pacifistas no tiene sentido para seres que desean lograr conocimiento y entender el mundo. Tratar el tema de la guerra es especialmente importante en la actualidad.
Vitoria (1485-1546), un notable personaje de la Escuela de Salamanca, escribió sobre el tema. El es el afamado autor de “Si los bienes se poseyeran en común serían los hombres malvados e incluso los avaros y ladrones quienes más se beneficiarían. Sacarían más y pondrían menos en el granero de la comunidad”.
Vitoria es parte de los llamados Escolásticos Tardíos y ligado a nombres como los de Domingo de Soto, Luis de Molina, Francisco Suárez y otros.
El tema concreto de esa parte de su lección es el de las razones permitidas y las causas de una guerra justa.
Y comienza Vitoria con la primera de sus consideraciones: la diferencia de religión no es causa de guerra, lo que es una continuación lógica de otra de sus tesis, la de no permitir el volver esclavos a los bárbaros.
La segunda de esas consideraciones sobre la guerra es afirmar que ella no es permitida con objeto de engrandecer el imperio. Si acaso ésta fuera una causa permitida, entonces ambas partes en un conflicto tendrían razón para iniciar una guerra justa y ambas serían inocentes, dice Vitoria.
Si fuesen inocentes, entonces se concluiría que sería equivocado que cualquiera de los lados matara a personas del otro, lo que haría que la guerra fuese justa, pero que el matar fuese ilegal.
La tercera de sus consideraciones se refiere a la gloria del monarca y afirma que una guerra no puede ser justa si ella se hace por la conveniencia o la gloria del príncipe.
Los monarcas ordenan paz o guerra por el bien de los gobernados, de lo que se sigue que no puede apropiarse el monarca de los ingresos públicos para su engrandecimiento, mucho menos poner en riesgo a esas personas por el mismo motivo.
Ésa es la diferencia, dice Vitoria, entre un rey y un tirano, pues este último ordena a su gobierno de acuerdo a su propia conveniencia y beneficio, pero un rey hace lo mismo para el bienestar de los gobernados. El monarca tiene su autoridad de la comunidad y por ese hecho debe ejercer el poder para el bien de ella, no para la conveniencia de personas en particular.
Por eso es que las leyes de la guerra deben ser para el bien de los gobernados y no para el beneficio del monarca, pues los hombres libres no viven para el beneficio de otros, sino para el suyo.
El monarca que va a la guerra por su propio privilegio y conveniencia, y para ello fuerza a sus gobernados al servicio militar o les impone impuestos de guerra, en realidad trata a sus gobernados como esclavos, no como hombres libres.
La cuarta de sus consideraciones afirma que la sola y única causa de una guerra legítima o justa sucede cuando se ha infligido un daño. Para justificar esto se ayuda de ideas de San Agustín, Santo Tomás y otros expertos, a los que él añade reflexiones.
Una guerra ofensiva se realiza para la reparación de daños y la admonición de los enemigos y de allí que se concluya que no puede existir una reparación en caso de tampoco existir un daño anterior.
Por igual, también debe tomarse en cuenta que un monarca no puede tener mayor autoridad sobre los extranjeros que la que posee sobre sus propios gobernados y sobre ellos no puede aplicar penas en caso de no existir una ofensa previa, por lo que no puede hacer eso sobre los extranjeros tampoco.
Para esto, Vitoria se apoya en San Pablo (Romanos 13, 4): “… Pero, si obras mal, teme; pues no en vano lleva la espada; pues es un servidor de Dios para hacer justicia y castigar al que obra mal”. El apóstol se refiere a los gobernantes, los que llevan la espada. Vitoria concluye que por eso no podemos usar la espada contra quienes no nos han dañado
En la quinta consideración, Vitoria contesta la obvia pregunta que se planeta en la cuarta. La guerra está justificada como justa cuando existe un daño previo, pero eso podría significar que todo daño de cualquier monto justificaría una guerra.
Vitoria dice que no, que no todo daño es causa suficiente para la guerra. Para probar su afirmación acude a una comparación.
No es legal infligir castigos severos a toda acción indebida. Castigos como la muerte, el exilio, o la confiscación de bienes no se aplican indiscriminadamente en los gobernacion
Dice que en esa guerra se puede hacer todo lo necesario para a defensa del bien común; que es legal reclamar las pérdidas y confiscar bienes del enemigo como indemnización de las pérdidas causadas injustamente por el enemigo; que el príncipe puede hacer todo lo necesario para alcanzar la paz y la protección de ataques y enseñar al enemigo una lección por el daño que él ha provocado.
Cada una de esas consideraciones se justifica con razonamientos que no son mencionados aquí.
espero te ayude
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