razones culturales por las cuales los indigenas lucharon por la independencia de México
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Respuesta:
Así, indígenas de las provincias de Tunja y Santa Fe debieron servir como cargueros, proveedores, enfermeros o soldados tanto en los ejércitos patriotas como en los realistas.
Tradicionalmente se ha atribuido a los héroes el haber logrado la independencia de México, por lo que se han exaltado los nombres de Hidalgo, Morelos, Allende y Guerrero, entre otros, y se ha hecho hincapié en sus hazañas militares y sacrificios personales a favor de la causa. Sin menoscabo del respeto y admiración que les debemos, y sin dejar de tomar en cuenta sus indiscutibles méritos, pero con una mirada más objetiva e incluyente, la historiografía de las últimas décadas, en especial los trabajos de tres investigadores norteamericanos, Brian Hamnett, John Tutino y Eric Van Young, aparecidos en la década de 1980, se han ocupado de estudiar a los protagonistas de segunda importancia, así como a las masas que sostuvieron al movimiento insurgente durante los once años que mediaron entre el estallido de la rebelión, en septiembre de 1810, y la consumación de la independencia, en septiembre de 1821. También Miguel León-Portilla ha contribuido al estudio de la situación de los indígenas durante el movimiento de independencia con sus trabajos aparecidos recientemente.
Gracias a estos estudios sabemos hoy día que las filas de los insurgentes estuvieron integradas mayoritariamente por campesinos y que los grupos marginales de las urbes se mantuvieron alejados del movimiento. Asimismo sabemos que no fueron principalmente mestizos y criollos quienes las conformaron, como había sostenido la historiografía tradicional, sino que la participación de indios fue muy elevada, según Eric Van Young de un 50 a 60%. Esto no debe sorprendernos, ya que este porcentaje es equiparable a la proporción de indios en el conjunto de la población: se estima que en 1814 el virreinato novohispano tenía una población de 6 122 000 habitantes, de los cuales los indios constituían el 60%; las castas el 22% y los blancos el 18%.4
Antes de entrar en materia quisiera subrayar que los insurgentes no dejaron registros sobre la composición de sus tropas y, por lo tanto, carecemos de datos precisos al respecto. La mayoría de las fuentes disponibles son procesos judiciales contra insurgentes que cayeron en manos realistas. Si bien de éstos hay muchos, la información que arrojan está sesgada y no siempre es fidedigna, aunque permite sacar algunas conclusiones. También resulta importante tomar en cuenta los prejuicios que la mayoría de los blancos tenía en contra de los indios: los consideraban "gente sin razón", flojos, indolentes, borrachos y mentirosos.
Al hablar de indios o indígenas no me refiero a individuos racialmente puros, pues a principios del siglo XIX la población novohispana en su mayoría era mestiza, sino a personas cuyo estatus jurídico y social los vinculaba a este grupo de la población. Eran hombres y mujeres que en las actas de bautismo estaban registrados como indígenas; vivían en los pueblos de indios y respetaban sus usos y costumbres; gozaban de privilegios como el derecho a tener tierras comunales, entre ellas el fundo legal que comprendía 600 varas a partir del centro del pueblo (aproximadamente 101 ha.), y tenían obligaciones, como pagar tributo a la corona española y cumplir con los cargos comunales.