Quisiera un resumen de toda la historia del jaboncillo ES PARA HOY
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Cuenta la leyenda que el jabón fue descubierto accidentalmente en Roma por las
mujeres que lavaban su ropa en las aguas del río Tiber, a los pies del monte Sapo. Una
sustancia que bajaba mezclada con las aguas del río hacía que tanto sus manos como las
ropas que lavaban, quedaran mucho más limpias.
En la cima del monte Sapo se efectuaban sacrificios de animales a los Dioses, la grasa
animal, mezclada con las cenizas de las incineraciones eran arrastradas monte abajo por
las lluvias y se mezclaban con otros materiales que componían el suelo arcilloso. Esta
sustancia compuesta por ácidos grasos (grasa animal) e hidróxido de potasio
(ceniza y agua) dan lugar al jabón.
El proceso químico, que da lugar al jabón se denomina SAPONIFICACION, es muy
probable que el origen de esta palabra venga justo de ahí, del MONTE SAPO, igual que
la palabra SAPONE (jabón en italiano)
Explicación:
Respuesta:
No se sabe exactamente ni cuándo ni dónde se hizo el primer jabón. Según la leyenda romana el jabón fue descubierto por el agua de la lluvia con que se lavaba debajo de los lados del monte Sapo, junto al río Tíber. Existen documentos de culturas primitivas que permiten estudiar el origen del jabón. Otra corriente habla de un origen celta del jabón.
Sea cual sea su procedencia, de lo que no cabe duda es de que los romanos contribuyeron enormemente a su amplia expansión. Es el primero que nos facilita noticias sobre el empleo del jabón como medio curativo, para la higiene personal o el lavado de las ropas. La industria del jabón prosperó en las ciudades costeras del Mediterráneo, como España e Italia, favorecidas por la abundante presencia del aceite de oliva. Destaca en el siglo XV la aparición del jabón de Marsella, preparado con una mezcla de grasas vegetales.
No obstante, y en esta misma época de finales de la Edad Media, ante la gran expansión de la epidemia de la peste negra el baño pasó a considerarse una actividad peligrosa por las creencias de que el agua y las humedades eran altamente contagiosas. Esto ocasionó que la gente apenas se diera baños ni lavara sus prendas ni hogares agravando, sin ellos saberlo, de esta manera la expansión de la epidemia. La fabricación de jabón siguió siendo un arte relativamente primitivo y reducido hasta el siglo XVIII, cuando fueron desarrolladas técnicas que proporcionaron un jabón más puro y cambió la conciencia de la gente sobre la importancia de la higiene. Además, los hallazgos de Luis Pasteur demostraron que el aseo personal reduce la expansión de enfermedades.
Todo esto permitió importantes avances y la profesionalización de la fabricación y expansión de jabón. Los descubrimientos científicos, junto con el desarrollo de la energía para operar las fábricas, hicieron de la manufactura del jabón una industria importante. La amplia disponibilidad del jabón hizo que pasara de ser un artículo de lujo a una necesidad diaria. Los primeros detergentes aparecieron en 1916 en Alemania, pero realmente no despegaron hasta la Segunda Guerra Mundial.
En este periodo había escasez de grasas animales y vegetales, fundamentales para la fabricación del jabón, y por ello se empezaron a utilizar otros ingredientes químicos que resultaban mucho más económicos y fáciles de manipular. A partir de 1950 los productos de jabón fueron gradualmente sustituidos por detergentes sintéticos. Esta combinación funcionaba muy bien porque eliminaba bien las manchas, y los detergentes se convirtieron entonces en un producto común en todos los hogares, superando las ventas del jabón tradicional que prácticamente se había quedado reducido al jabón en pastillas y en escamas. Aparecieron las primeras plantas de tratamiento de aguas y una mayor conciencia medioambiental puso en entredicho la inclusión de algunos compuestos químicos dañinos de los detergentes, como los fosfatos, y animó el desarrollo de los ingredientes biodegradables, que se eliminan con facilidad y pueden ser asimilados por algunas bacterias.
Diversos avances se han logrado ya al respecto, pero todavía queda mucho por hacer para que todas las empresas fabricantes de detergentes sean conscientes y cambien sus prioridades hacia la utilización de una química más verde que recupere a la esencia de los primeros limpiadores más naturales.
Explicación: