quiero un comentario sobre este tema: Una joven de 24 años, solitaria y reservada. Esa soy yo, Lucy Melgarejo Osorio, una chica complicada con un embrollo de vida. Me apasiona escribir y ¡vaya que lo hago bien! No tengo muchos amigos, acostumbro salir a caminar sin compañía y lo disfruto. He vivido con mis padres en Surco desde que era una niña; mi barrio es “agradable”, los vecinos aparentan ser amables, no me siento feliz en este lugar pero he aprendido a vivir en el. Aquí es donde conocí a Ramiro o Rama, como yo le digo; él es una persona extrovertida y muy entregada, le gusta rodearse de mucha gente (todo lo contrario a mí), además es una persona violenta, claro que esto lo descubrí con el tiempo. Después de 1 año de citas llenas de amor, empezamos una relación, aunque a mis padres no les agradó la idea. Es aquí en donde mi vida cayó en picada. Mis padres (unas personas a las que les importaba más su trabajo que yo, su hija) se encargaron de repetir día a día lo débil que era, ellos no aprobaban mi relación, no tenían motivos por los cuales alejarme de Rama, sin embargo, querían hacerlo. Recuerdo todas las peleas con mis padres en el parque de mi calle, en Surco, realmente eran dolorosas. Constantemente me repetían que esa persona no era para mí, me había ganado muchos problemas por defender a una persona que día y noche solo me maltrataba. Soy una chica muy terca y testaruda, por ello me encapriché en la idea de que esa relación funcionara pese a ver los focos rojos en ella. Por motivos de trabajo mis padres tuvieron que salir de viaje fuera del país, no sabía cuánto tiempo iban a estar lejos, partieron el 2 de Agosto y sentí un gran alivio, lástima que solo sería momentáneo. A partir de esto, pasaba la mayor parte del día junto a Rama, pero las cosas no mejoraron, sus insultos, gritos y humillaciones solo aumentaban. Había vivido esto por más de un año, sentir dolor se había vuelto una costumbre y llorar cada noche un hábito. Había pasado 1 semana cuando decidí mudarme a la casa de Ramiro hasta que vuelvan mis padres, fue hasta ese entonces que pude abrir los ojos, este no era el hombre para mí. En una discusión, de esas que eran normales para mí, Rama me golpeó solo por haber contestado un mensaje a mis padres; fue ahí que decidí armarme de valor e ir a denunciarlo, quería acabar con esta vida tan miserable que llevaba y empezar de nuevo. Confronté a mi maltratador, le dije que
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Ehhh.. Ok?
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