quienes tuvieron premociones sobre la llegada de los españoles
Respuestas a la pregunta
La profunda creencia en un regreso del mítico Quetzalcoátl quien, según la leyenda, volvería para proteger a los aztecas, influyó en las primeras apreciaciones que éstos tuvieron acerca de los españoles. Una serie de presagios, como un rayo que impactó un templo o la aparición de un cometa, fueron interpretados por los sacerdotes aztecas como señales de cambios y perturbaciones. En virtud de ello, las noticias sobre el arribo de extraños seres a la zona de Veracruz, inquietaron a las autoridades aztecas y al mismo Moctezuma, el huey tlatoani.
Las reacciones inmediatas consistieron en el envío de emisarios con regalos para los recién llegados, quienes tras un primer reconocimiento fueron calificados como teúles, vocablo que designaba a los extraños. Por lo mismo, Cortés fue recibido con muchos honores en Tenochtitlán y permaneció en la ciudad por espacio de casi ocho meses, muy bien atendido por los aztecas. Sin embargo, el verdadero rostro de los conquistadores hispanos no tardó en manifestarse y muy pronto la avidez por el oro y el deseo de dominar la ciudad motivaron la sangrienta matanza del Templo Mayor, liderada por Pedro de Alvarado. A los ojos de los aztecas los españoles pasaron a ser malos teúles que debían ser combatidos al igual que aquellos que los apoyaban, como los tlaxcaltecas y los otomíes.
casas indígenas destruídas
Surgió entonces la resistencia armada que tuvo como gran hito para los nativos el triunfo en la llamada "Noche Triste". Posteriormente se organizó la defensa de Tenochtitlán, aplastada por los invasores después de casi tres meses de constantes ataques, donde los aztecas opusieron una capacidad de aguante que impresiona hasta el día de hoy. Como ya sabemos, la resistencia fue vencida con un costo humano que alcanzó a la mitad de la población azteca y aniquiló a su clase dirigente. Las fuentes indígenas coinciden en señalar que con la caída de Tenochtitlán se habían acabado los mexicas o aztecas, generándose el denominado trauma de la conquista.Finalmente, los sobrevivientes aztecas experimentaron la sensación de haber sido abandonados por sus dioses, en especial Huitzilopochtli, el dios de la guerra, quien recibía diariamente ofrendas rituales. Se configura de esa manera una mentalidad que asume la derrota con resignación y como un designio de los dioses. Dicha mentalidad explica la ausencia de conatos de resistencia azteca posteriores a la conquista. El hasta entonces floreciente imperio azteca había desaparecido para siempre.