¿Quiénes pueden realizar una novela?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1. La historia
El germen de algunas novelas es un personaje. De pronto lo tienes claro: quieres escribir sobre una mujer que emigra a Argentina a principios del siglo XX. Pero lo más común es que las novelas comiencen con una historia. No se trata de la mujer, sino de su historia: emigrar, la Argentina de principios del siglo XX, etc.
Tienes que tener clara cuál es la historia que vas a contar. La trama viene después. Al principio, basta con la historia.
2. El personaje
Lo siguiente a lo que debes prestar antes de empezar a escribir una novela es al personaje. ¿Quién es el protagonista de tu historia? ¿Quién va a llevar el peso de la acción?
Tal vez lo tengas claro desde el principio, pero ten cuidado de no decantarte por lo obvio. La historia de la mujer emigrante, ¿la va a narrar ella misma?, ¿y si lo hiciera su nieta?
Lo mismo sucede con los atributos del personaje. Una mujer emigrante debe ser valiente, decidida, una mujer que toma su destino entre sus manos. Pero ¿dónde está el conflicto en una historia así? Crea claroscuros para evitar construir un personaje plano: una mujer con momentos de vacilación, de duda, que debe sobreponerse a sus temores… Ese es un personaje interesante.
3. Contexto
El contexto es vital en una novela. Es el telón sobre el que sucede la acción y, aunque pueda parecer secundario, perfila a los personajes y realza a la historia. Por eso es fundamental tenerlo claro antes de empezar a escribir una novela.
Para nuestra novela de la mujer emigrante necesitaríamos documentarnos. Saber cómo era la España de principios del siglo XX. También sería necesario saber cómo era la Argentina de la época, cómo recibía a los extranjeros, cuál era su clima social, político, laboral, etc.
Pero si fueras a escribir una novela de fantasía, deberías crear las reglas que rigen el mundo o la sociedad donde tendrá lugar la acción. Y luego hacer que todo suceda de acuerdo a esas reglas que tú mismo habrás creado.
4. Acontecimiento desencadenante
Todas las novelas tienen un acontecimiento desencadenante que dispara la acción. Algo que altera lo que era la situación normal para introducir los cambios y conflictos que tendrán en vilo al lector.
El acontecimiento desencadenante es decisivo, pero en un primer momento no es necesario que te obsesiones con él. Basta con que lo esboces de manera superficial, después ya lo desarrollarás.
Por ejemplo: la protagonista de nuestra novela emigra a Argentina cuando se queda viuda y sin sustento para encontrarse con su hermano, que había emigrado años atrás.
5. Momentos clave
Antes de empezar a escribir una novela tienes que tener claro cuáles serán sus momentos clave, atendiendo a la historia que estás tramando y a tu personaje.
De nuevo, no hace falta que los desarrolles. Tan solo apúntalos para tener presente hacia qué hitos debes conducir la historia.
Debería ser algo así:
– Queda viuda.- Decide emigrar.- Momento de la partida.- Descubre que su hermano se ha mudado y no sabe su nueva dirección.- Encuentra a su hermano.
Intenta pensar al menos tres momentos clave para tu novela. Recuerda que los momentos clave no tienen que ser situaciones de vida o muerte. Pueden ser simplemente momentos de comprensión o de resolución. Eso sí, tienen que tener sentido dentro del conjunto de la novela y estar de acuerdo con el carácter preliminar que has esbozado para tu personaje.
Explicación:
Respuesta:
noooooo ni melgar jajajajajaa mi novela