quienes les declararon la guerra a los lideres sociales
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló entre 1939 y 1945. En ella se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo —incluidas todas las grandes potencias, así como prácticamente todas las naciones europeas—, agrupadas en dos alianzas militares enfrentadas: los Aliados, por un lado, y las potencias del Eje, por otro. Fue la mayor contienda bélica de la historia, con más de cien millones de militares movilizados y un estado de guerra total en que los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del esfuerzo bélico, borrando la distinción entre recursos civiles y militares. Marcada por hechos de enorme repercusión que incluyeron la muerte masiva de civiles —el Holocausto, los bombardeos intensivos sobre ciudades y el uso, por primera vez en un conflicto militar, de armas nucleares—, la Segunda Guerra Mundial fue la más mortífera de la historia, con un resultado de entre 50 y 70 millones de víctimas, el 2,5 % de la población mundial.1
El comienzo del conflicto se suele situar en el 1 de septiembre de 1939, con la invasión alemana de Polonia, cuando Hitler se decidió a la incorporación de una de sus reivindicaciones expansionistas más delicadas: el Corredor Polaco, que implicaba la invasión de la mitad occidental de Polonia; la mitad oriental, junto con Estonia, Letonia y Lituania fue ocupada por la Unión Soviética, mientras que Finlandia logró mantener su independencia de los soviéticos (guerra de Invierno). El Reino Unido y Francia le declararon la guerra a Alemania, que esperaban como una repetición de la guerra de trincheras («guerra de mentira») para la que habían tomado toda clase de precauciones (línea Maginot) que demostraron ser del todo inútiles. Las maniobras espectaculares de la blitzkrieg (guerra relámpago) proporcionaron en pocos meses a Alemania el control de Noruega, Dinamarca, Países Bajos, Bélgica y la propia Francia, mientras que el ejército británico escapaba in extremis desde las playas de Dunkerque durante la batalla de Francia. La mayor parte del continente europeo estaba ocupado por el ejército alemán o por sus aliados, entre los que destacaba la Italia fascista, cuya aportación militar no fue muy significativa (batalla de los Alpes, guerra greco-italiana).
La batalla de Inglaterra, la primera completamente aérea de la historia, mantuvo durante el periodo siguiente la presión sobre el nuevo gobierno de Winston Churchill, decidido a la resistencia («sangre, sudor y lágrimas») y que finalmente venció, entre otras cosas gracias a una innovación tecnológica (el radar) y al decisivo apoyo estadounidense, que negoció en varias entrevistas con Franklin D. Roosevelt (Carta del Atlántico, 14 de agosto de 1941).
En 1941, la necesidad estratégica de ocupar los campos petrolíferos del Cáucaso impulsó a Alemania a invadir la Unión Soviética (operación Barbarroja), inicialmente exitosa, pero que se estancó en la batalla de Moscú y los sitios de Leningrado y Stalingrado. Al mismo tiempo, Japón, en su campaña de expansión por Asia y en venganza por el embargo económico que el gobierno estadounidense les había impuesto, atacó Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941; la agresión precipitó la entrada de Estados Unidos en la guerra. Pocos meses después, la batalla de Midway (en julio de 1942) marcaría un punto de inflexión en la guerra del Pacífico ante el debilitamiento de la capacidad de combate japonesa frente a los estadounidenses. En el norte de África, los británicos frenaron el avance de los Afrika Korps alemanes desde Libia hacia Egipto en la batalla de El Alamein (1942), después de la invasión italiana al canal de Suez (1940).
El periodo final de la guerra se caracterizó por las complejas operaciones necesarias para los desembarcos aliados en Europa (Sicilia, en julio de 1943; Anzio, en enero de 1944; Normandía, en junio de 1944) y por el hundimiento del frente oriental, en el que se libraron las operaciones con tanques más encarnizadas de la historia (batalla de Kursk, especialmente en Projorovka, julio de 1943), mientras en el frente occidental los alemanes experimentaban armas tecnológicamente muy desarrolladas (misiles V-1 y V-2) y soportaban bombardeos destructivos sobre sus ciudades a una escala nunca antes vista (bombardeo de Dresde, en febrero de 1945) y la destrucción total de su capital (batalla de Berlín, entre abril y mayo de 1945).
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Explicación:
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Respuesta: A finales del siglo XVIII, los conflictos que sostenía la Corona Española con el dominio Británico por el control de las colonias de Ultramar provocaron la extracción excesiva de recursos provenientes de los territorios americanos.
En la Nueva España fue implementada la Real Cédula de Consolidación de Vales para obtener benéficos económicos, medida que se basó en corregir las fugas fiscales y aumentar impuestos a sectores productivos como el de la agricultura, minería y comercio.
La recaudación de impuestos provocó consecuencias desfavorables para el control y la administración de la colonia española. Las diferencias entre peninsulares y criollos se acentuaron, las ideas liberales e ilustradas comenzaron a propagarse e influir en grupos de origen criollo que ejercían influencia en el orden público, la administración del gobierno y la iglesia.
El 14 de julio de 1808, llegaron a la colonia americana las noticias de las renuncias de Fernando VII y Carlos IV al trono de España, que significaron la desaparición de la legítima autoridad. El Ayuntamiento de la Ciudad de México, "en representación de todo el reino", entregó al Virrey un memorial para que las renuncias fueran nulas por haber sido "arrancadas por la violencia".
Los oidores propusieron que se reuniera una junta de las principales autoridades de la ciudad, el licenciado Francisco Primo de Verdad y Ramos, Síndico del Ayuntamiento, planteó la necesidad de formar un gobierno provisional y propuso desconocer a las juntas peninsulares.
El 12 de agosto, el Virrey José Joaquín Vicente de Iturrigaray, ordenó que no se obedeciera a ninguna junta peninsular, a menos que fuera creada por Fernando VII, con lo cual, estando el monarca prisionero, se desligaba de toda autoridad en España.
La noche del 15 de septiembre de 1808, Gabriel de Yermo con 300 hombres, y en complicidad con la guardia de palacio, hicieron prisionero al Virrey Iturrigaray, mientras tanto, los Oidores, el Arzobispo y otros notables, reunidos en la Sala de Acuerdos, declararon su separación del cargo y nombraron al Mariscal de Campo Pedro Garibay para sustituirlo.
El 19 de julio de 1809 el Arzobispo de México, Francisco Javier de Lizama y Beaumont, sustituyó al Virrey Pedro de Garibay en el virreinato por instrucciones de la Junta Suprema de Sevilla. En 1810, los franceses ocuparon la mayor parte de España y se constituyó una Regencia.
El 14 de febrero de 1810, se convocó a una asamblea para darle al reino una nueva Constitución, incluyendo por vez primera la asistencia de representantes americanos.
Las encarecidas condiciones sociales, económicas y políticas llevaron a incitar ideas sobre desconocer a las autoridades virreinales e instalar, en su lugar, una junta de gobierno provisional, hasta que fuera restablecido en el trono el monarca Fernando VII.
En el pueblo de Dolores el cura Miguel Hidalgo y Costilla con un grupo de criollos, entre quienes figuraban los Capitanes del Regimiento de Dragones Provinciales de la Reina, Ignacio Allende y Juan Aldama, comenzaron a conspirar en casa del Corregidor de Querétaro, don Miguel Domínguez, con estas reuniones finalmente lograron desatar el movimiento de la Guerra de Independencia.
Al principio, se integró por campesinos, agricultores, mineros y trabajadores de las haciendas sin ningún conocimiento castrense, el Ejército Insurgente comenzó a organizarse con la dirección de algunos líderes que aprovecharon de los nativos, su álgido conocimiento del terreno, la cantidad de efectivos que se unieron a su causa y la adhesión de (probablemente dos compañías) de Dragones del Regimiento Provincial de la Reina, leales a Allende.
Durante el mes de junio de 1811, las autoridades españolas intentaron detener los brotes insurgentes, con el reglamento político militar, llamado “Plan Calleja”, que exigía crear cuerpos de infantería y caballería en las ciudades y conseguir que los habitantes de haciendas y ranchos se defendieran de los ataques insurgentes y aumentaran el número de cuerpos irregulares.
Dando como resultado un paulatino reconocimiento de los cuerpos irregulares, con los que se sostuvieron múltiples choques violentos y desorganizados. Si bien, las huestes insurgentes carecían de conocimientos estratégicos y tácticos para la guerra, la cantidad de hombres que se unieron a la causa independentista hizo la diferencia en la mayoría de combates y enfrentamientos que se libraron en contra del Ejército Realista. De manera que a largo plazo, el Ejército Insurgente formó una verdadera resistencia, hasta la integración del Ejército Trigarante.
Explicación: espero ayude y en la informacion seguro dice quien la enpezo me das corona porfi