quienes amenazaban al papa en la epoca de pipino el breve
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
A la muerte de Carlos Martel, éste repartió —a la usanza de la época— sus títulos entre sus dos hijos: Carlomán heredó el cargo de mayordomo (Jefe de Gobierno o Primer Ministro) del palacio de Austrasia y Pipino, el de mayordomo del palacio de Neustria.
Es el periodo de la decadencia de la dinastía merovingia, cuando los reyes no tienen ya ninguna autoridad y los mayordomos de palacio son los verdaderos gobernantes del Estado. Carlomán y Pipino se reparten entonces el poder del reino franco, que gobernarán entre los dos, luchando, en primer lugar, por devolver la estabilidad a las fronteras del reino.
Comienzan enseguida una reforma de la Iglesia con la ayuda del Obispo san Bonifacio y se realizan dos concilios: el primero en Austrasia, convocado por Carlomán en 742-743; el segundo por Pipino, en 744 en Soissons (Neustria), en el que adoptará las decisiones tomadas en el concilio de Austrasia. Esta reforma establecerá la jerarquía en el seno del clero franco, a cuya cabeza se encuentra Bonifacio (evangelizador de Germania), como dirigente de los obispos.
Pipino será consagrado por segunda vez, por Bonifacio, en diciembre de ese mismo año, en Maguncia, como señor de Austrasia.
Apoyo de Roma y lucha contra los lombardos
El cisma de Bizancio obligó al papado a aliarse con el rey de los francos. El nuevo papa, Esteban II (sucesor de Zacarías muerto en 752) pide ayuda militar para luchar contra los lombardos y su rey Astolfo (o Astolf), que amenazan a Roma. Si el papa Esteban se decide a atravesar los Alpes para solicitar la ayuda del rey de los francos (es la primera vez que un papa emprende semejante viaje), es porque no tiene otra elección. El protector habitual de la Iglesia es el emperador bizantino que gobierna en Constantinopla bajo el Imperio romano de Oriente, pero éste se encuentra en precarias condiciones y no tiene posibilidad de concurrir en auxilio del papado.
El 6 de enero, en el palacio de Ponthion, en el sur de Champaña, el rey Pipino se postra delante del papa Esteban II y, con suma deferencia, toma la brida de su caballo, reproduciendo el mismo gesto elegante del emperador Constantino I el Grande ante el papa Silvestre I. Fue un acto político muy hábil. Esteban II le propone a Pipino una alianza asegurándole una segunda consagración, realizada por él mismo, la «gracia divina» para el rey de los francos y para sus hijos. El acuerdo definitivo se pacta el 14 de abril en Quierzy-sur-Oise, en el norte de París. En tanto que el papa aporta su apoyo espiritual a Pipino, este último se compromete a ofrecer a la Santa Sede un dominio lo suficientemente grande como para que pueda preservarle de toda agresión.
El domingo 28 de julio de 754, en la basílica de Saint Dennis, el papa Esteban II consagra a Pipino y le confiere los títulos de Rey de los Francos y Patricio de los romanos (Patricius Romanorum). Los hijos y herederos de Pipino, Carlomán y Carlos, también son consagrados en la misma ceremonia, al igual que su madre Berta. El papa establece, por medio de este acto, un estrecho lazo de continuidad entre la unción realizada a los reyes del Antiguo Testamento y los reyes de la nueva dinastía. Esta consagración pone fin, oficialmente, a la dinastía merovingia y legaliza el advenimiento de los Carolingios al poder.
Asegurando el reinado de Pipino III sobre los francos y consagrándole el mismo como tal, el papa ha marcado las distancias con el emperador de Bizancio. La Santa Sede se somete, a partir de ahora y para su seguridad, a los soberanos francos. Es el principio de una larga colaboración, aunque a menudo tormentosa, con los Carolingios y sus lejanos herederos del Sacro Imperio Romano Germánico. Y como consecuencia de esta consagración, la legitimidad del rey de los francos, a veces de «derecho divino», no dependerá exclusivamente de los señores francos electores del rey. Pipino se considera, sin embargo, el primer rey por la voluntad de Dios y el principio de este reinado de «derecho divino» durará en Francia sin interrupción durante ciento once años.
Pipino no puede, por tanto, rehusar la petición del papa. Nuevo «David» y primer rey cristiano, por la «gracia de Dios», está obligado a cumplir con el papa Esteban II (en tanto que hijo amado de la Iglesia, tomando la defensa de su Santa Madre) y a romper su alianza con los lombardos. El envío de una delegación el 14 de octubre de 754 para calmar a los lombardos en sus reivindicaciones, no surtirá efecto; y en 755 Pipino lanza contra ellos una primera expedición de la que sale victorioso. Pero al año siguiente, los lombardos ponen sitio a Roma. Por tanto, de 756 a 758 deberá lanzar Pipino tres campañas contra ellos hasta conseguir echarlos hasta las cercanías de Rávena.