¿Quien fue el que vino del Ecuador porque le iban a ser un hagasaso en Santander Bogotá?
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El inmueble que se quemó en la calle 12 con carrera décima perteneció al General Francisco de Paula Santander. La residencia sirvió de morada al prócer, durante los años de gloria y decadencia de la gesta emancipadora en Colombia.
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Por: REDACCION EL TIEMPO 05 de noviembre 1994 , 12:00 a. m.
Allí vivió sus aventuras de conquistador enamorado y legislador de una patria recién liberada.
Hasta esa morada llegaron los ecos de la conspiración contra el libertador en 1828, que terminó por dividir los destinos de la patria.
En la casa de en frente a San Juan de Dios, fue capturado y conducido preso a una pieza en el cuartel del Escuadrón de Granaderos.
El Hombre de la Leyes, según su confesión en el proceso seguido en su contra afirmó que la noche del 25 de septiembre estuvo en la casa de su hermana Josefa llevándole unos remedios.
La investigación, que llevo acabo el general Urdaneta, defensor acérrimo de Bolívar y enemigo de Santander lo, condenó a muerte .
Sentencia que fue conmutada por la pena de destierro en noviembre del mismo año.
Por el camino de Honda con destino a Cartagena, se cerró uno de los capítulos de la historia colombiana más controvertido.
A partir de entonces el manejo político tomo otros rumbos.
Santander regresó a la Nueva Granada en 1832 para tratar de dirigir una sociedad que no tenía muy claro su derrotero.
En 1840 murió, y como cosa curiosa en su testamento no hizo mención de su antigua casa.
Las pruebas de carácter histórico, tendientes a demostrar la residencia del hombre de la leyes en esa casa, se deben en gran parte a los documentos encontrados en los archivos del Museo de Desarrollo Urbano.
Señales de Humo El historiador Horacio Rodríguez Plata, en su libro Santander en el exilio, cita la correspondencia enviada al general Santander, tomo 1 página 267.
Allí se lee un fragmento de una carta de don Juan Manuel Arrubla a Santander, con fecha del 14 de agosto de 1831, en Bogotá, que dice lo siguiente: Ya es tiempo que se haga la escritura de Santa Catalina porque fue comprado con el producto de unas ropas que pertenecieron; a usted, por 7000 pesos de un documento de don Antonio Caro y éste debía. Igualmente dice que la casa de San Juan de Dios pertenece a usted y quiere que haga un documento que acredite esta verdad .
En el libro Causas y Cna, dejó instrucciones a don José Manuel Arrubla, donde afirma que: la casa del frente de San Juan de Dios en que he vivido pertenece a mi señora Nicolasa Ibáñez como consta de la escritura pública otorgada ante el escribano público En 1826 la casa fue escriturada a Nicolasa Ibáñez por Lorenzo Lemos, pero según establece Rodríguez Plata, le fue obsequiada por Santander.\ La escritura se guarda en el Archivo Nacional, Notaria Primera de Bogotá, 1829 Folios 51 y 52 .
Años más tarde, y después del matrimonio de Santander, con Sixta Tulia Pontón, doña Nicolasa le devuelve con escritura de 22 de julio de 1836, a Santander esa casa. Archivo Nacional Notaria Primera de Bogotá, tomo 274\ Por otro parte, en una de las páginas, de la escritura de Nicolasa Ibáñez de Caro, donde hace relación de sus bienes y deudas fechada el 2 de octubre de 1829, cuando el gobierno dispuso su salida de los limites de la República, se refiere a dos casas de tapia junto a la iglesia de San Juan de Dios .
Eso de dos casas es posible que sea un error de escritura porque fue una sola casa.
Del controvertido romance con Nicolasa Ibáñez, algo quedó, es decir que, no sólo fue una estratégica jugada, para colocarle cuernos a Don Antonio Caro, esposo de Nicolasa, y amigo personal de Santander, sino que sirvió para dejar constancia escrita sobre la vivienda que ya no existe.
Una pregunta final qué pasa con el patrimonio urbano de Bogotá?, que se quema, se apaga y se olvida.
Conspiración y ley Los finales de la década de los años 20 en el siglo XIX marcaron el derrumbamiento de la Segunda República.
El hombre de las leyes fue protagonista de esos hechos.
En 1827 es abolida la Constitución de 1821 por Bolívar.
Se suspende la Vicepresidencia y Santander es obligado a retirarse del cargo.
1828 Santander asiste a la Convención de Ocaña.
Meses después salvo al libertador de un atentado preparado en una fiesta en el Coliseo, hoy Teatro Colón.
Luego se le acusa de conspirador y cómplice en el atentado al libertador en la noche del 25 al 25 de septiembre.
Fue condenado a muerte sin que se la haya podido comprobar ningún cargo Se le conmutó la pena de muerte por prisión y destierro.
En las bóvedas de Bocachica escribe las Memorias sobre el origen, causas y progresos de las desavenencias de Bolívar y el Vicepresidente Santander, escritas por un colombiano.