¿quién es Malala? o ¿qué la llevó a luchar por el derecho de las niñas a la educación y convertirse en un símbolo?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:Quién es Malala Yousafzai. Malala es una niña de Pakistán que cumplió los 16 años apenas el pasado julio. A su corta edad se ha convertido en la mujer más joven en ser nominada al Premio Nobel de la Paz por su trabajo activista en la educación y los derechos de las mujeres
En el año 2012, Malala Yousafzai recibió un disparo en la cabeza cuando regresaba de la escuela a su casa en la ciudad de Mingora, Pakistán. Entonces ella lo supo, levantar su voz para defender los derechos de las niñas fue la causa de este ataque perpetrado por el Talibán, movimiento opositor del derecho a la educación de la mujer. En el año 2009, la joven activista (en ese entonces de 11 años) escribía un blog anónimo para el Servicio Urdu de la BBC en el cual comunicaba sus miedos y la esperanza de poder seguir yendo a la escuela. Aunque el blog era anónimo, no dudaba en expresar públicamente sus opiniones sobre los derechos de las mujeres en la educación y participaba en programas de televisión nacional. Era famosa y a pesar de recibir constantes amenazas se había convertido (al igual que su padre) en la principal opositora de las restricciones educativas de el Talibán.
El discurso que lo cambió todo
Después de varias operaciones, Malala se recuperó del ataque y dio un famoso discurso frente a una asamblea de jóvenes en la sede central de Naciones Unidas en Nueva York. Su voz, la voz que intentaron silenciar alguna vez, aquella que representa a millones de niñas sin educación, se amplificó hasta llegar a lugares del mundo que en algún momento parecían inalcanzables.
“Cuando vi a 400 jóvenes de más de 100 países me dije: no sólo le estoy hablando a la gente de Estados Unidos y otros países. Le estoy hablando a todas las personas del mundo”.
Su lucha
Desde ese entonces, la lucha de Malala ha sacado a la luz una realidad devastadora: la mayoría de niños que no asisten a la educación formal en el mundo son niñas. La discriminación, la violencia y el matrimonio prematuro han impedido que cientos de niñas vayan a la escuela y terminen sus estudios, lo que desemboca en un problema aún mayor: casi 800 millones de adultos iletrados en el mundo son mujeres. Si Malala hubiera seguido en Pakistán sin educación, actualmente sería una madre de 18 años, estaría casada y su vida estaría siendo controlado por otros.
Su temor más grande era justamente eso, no poder ser independiente, no poder tener educación y tampoco ser lo que quería ser; su temor más grande era justamente vivir la vida que hoy millones de niñas viven. Por eso decidió luchar por ellas, luchar por una sociedad más justa en términos de igualdad de género, una igualdad que empieza en los primeros años de vida, en el jardín infantil o escuela.
La representante de millones de niñas
Malala habla por ellas y se siente afortunada, pero cree que lo más importante es que todas las niñas, sin importar la edad, piensen que sus voces son poderosas. Si todas las niñas se unieran podrían formar un “ejército” que sería escuchado por los grandes líderes. Hoy a través de The Malala Fund, ella y todos quienes hacen parte de la causa, buscan ofrecer a todas las niñas educación primaria y secundaria gratuita para el año 2030. Esto significa, 12 años de educación. No 6 años, ni 9 años… 12 años porque todas las niñas merecen más que educación básica. ¿Cómo lo están logrando? La organización de la activista pide a los gobiernos e instituciones que inviertan en educación. El déficit actual de financiamiento se estima en 39 mil millones de dólares al año y aunque parece mucho, el monto equivale a sólo ocho días de gastos militares a nivel global. El asunto es decidir en qué invertir o no invertir ese dinero.
El foco principal
Las niñas (como Malala) que viven en países en situación de conflicto, son un 90% más propensas a quedarse sin educación secundaria. El miedo a la violencia, la necesidad de huir de la guerra, la falta de escuelas y profesores las aleja de las salas de clase y de la posibilidad de volver a el aula. Por eso, el foco principal del trabajo de Malala está en trabajar para que todas las niñas, incluyendo las más afectadas por los conflictos, puedan acceder a la educación de 12 años gratuita. Esto incluye también trabajar en función de la igualdad de género en un mundo donde los niveles de aprendizaje de las niñas siguen siendo menores que las de los niños.
¿Y por qué vale la pena su causa? Porque sólo así las mujeres tendrán la confianza necesaria para prosperar en el hogar, en el trabajo y en las comunidades. Porque sólo con educación, los países pueden evolucionar y transformarse. Porque sólo con la voz de mujeres como Malala, las armas se silencian y los cambios sostenibles aparecen.
“Tomemos nuestros libros y lápices, éstos son las armas más poderosas”, uno de tantos mensajes de Malala que hoy, en el día de la mujer, queremos recordar. Porque una educación de calidad para TODAS sí debería ser posible.