¿Quien creó la televisión a color?
Respuestas a la pregunta
González Camarena
Gracias a su tenacidad e interminables ganas de aprender, en 1934 González Camarena dio su vida a su primera cámara de televisión con partes inservibles de radios. Fue con este evento que se marcó a la vida del inventor pues fervientemente creía que con la invención de un sistema a color sería mejor, y así como comenzó el desarrollo del sistema tricromático secuencial de campos (STSC), mismo que más tarde haría posible la televisión a color. González Camarena tenía 17 años.
A pesar de que el reto era difícil, pues conseguir las piezas no era nada sencillo ni económico, fue gracias a que su solvencia económica aumentó que pudo continuar con su travesía y pocos años después rindió frutos.
Tan solo cuatro años más tarde, en 1938, fue cuando el inventor puso a prueba por primera vez el sistema que había ideado, realizando así la primera trasmisión de televisión a color en México en su casa de la colonia Juárez, en la capital del país.
A PESAR DE LA CONSTANTE Y JUGOSAS OFERTAS DE TELEVISORAS EXTRANJERAS, GONZÁLEZ CAMARENA NO VENDIÓ SU PATENTE DEBIDO A QUE QUERÍA QUE SE QUEDARA EN MÉXICO PARA BENEFICIO DE LOS MEXICANOS.
Es importante mencionar que fue en 1954 cuando Guillermo González Camarena se convirtió en Doctor. La universidad Columbia College de los Ángeles, California le concedió el título de Doctor de Ciencias, acto que desde 1890 no se llevaba acabo.
Los años pasaron y González Camarena, ahora Doctor de Ciencias, siguió con sus investigaciones y experimentos. En 1958 agregó otra patente a la existencia, se trató de un invento muy importante que complementó su sistema tricromático secuencial de campos al mejorar la calidad de la imagen y además hacía más económico el proceso de transmisión de programas.
Sin embargo, fue en 1960, apenas dos años después, que el Doctor patentó el caleidoscopio, con lo cual la aplicación del color en las transmisiones de televisión quedó completa para su uso a gran escala. Un año más tarde presentó sus avances durante la quinta edición de la National Advertasing Broadcasters Convention, en donde fue catalogado como la invención más importante del año, dándole el nombre de Psycho-Psychological Color Television.
Incansable como sólo el ingeniero Camarena podía ser, en octubre de 1962 patentó el sistema bicolor simplificado, sistema que se usa hasta nuestros días en las televisiones a color. Este logro le valió las felicitaciones de diversas figuras de todo el mundo, incluido el entonces presidente de México, Lic. Adolfo López Mateos.
Finalmente, en 1963 se hizo el color en la televisión mexicana, la primera transformación a color de un programa completo en México se realizó el 8 de febrero.
Guillermo González Camarena
El 30 de abril se inauguraba la Feria Mundial de Nueva York. Los asistentes vislumbran un porvenir asombroso dominado por la televisión; no estaban errados, sólo que la nueva tecnología quedó parcialmente encerrada en la cápsula del tiempo para dar curso, cinco meses después, al conflicto bélico que en seis años cobró a la humanidad 50 millones de vidas: la segunda Guerra Mundial. Mientras la conflagración se sucedía en el viejo continente y accionaba el stand by a la televisión mundial, Guillermo González Camarena construía equipos. Diseñó una cámara con un tubo orticón; su mayor sensibilidad demostró ventaja sobre el iconoscopio, cuyo defecto era su dureza a la luz. La posibilidad de captar escenas en interiores y con menor cantidad de luz a la requerida por el iconoscopio, permitieron a guillermo y a su equipo entre quienes se encontraba Luis Herrera de l Fuente realizar sistemas de circuito cerrado confines educativos, como veremos más adelante. En 1940, a los 23 años de edad obtuvo su patente mexicana (número 40235) y, en 1942, la estadounidense (número 2 296 019 ) de la televisión a colores. A decir de su hijo Arturo, fue a partir de este primer sistema que en diversos países empezaron a surgir procedimientos más elaborados, pero con base en el sistema tricromático de secuencia de campos. Estados Unidos se interesó en la patente, pero Guillermo nunca se la vendió, a pesar de la visita, en Havre 74, del llamado padre de la radiodifusión, el doctor Lee de Forest. Prefirió solventar los gastos de sus experimentos con las regalías que le reportó el éxito de su canción “Río Colorado”. El final de 1940 le deparó un cambio más: su ingreso como operador de estudios de la radioemisora XEW.