¿Qué vicios podrían proponerle los envidiosos a un joven que se destaca como Isondú?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Esta leyenda me la contaron de dos maneras. Una me gustó más que la otra. En la primera versión, había un luminoso indio guaraní que atraía admiración, odios y amores.
Se llamaba Isondú. Era de esas personas que hacen que parezca fácil cazar bien, pescar aun mejor y gustarles a todos. O a casi todos.
Porque Isondú llegaba y las jóvenes no buscaban excusas para acercarse. Simplemente venían a mirarlo, a conversar con él.
Y lo rodeaban los amigos. Siempre, donde estaba Isondú había acción y risas.
No era su intención, pero se destacaba de los demás. Como si tuviera una luz acompañándolo, dándole protagonismo.
Los que no se agrupaban junto a Isondú, los que no lo querían, empezaron a sentir que se perdían en su sombra. Se quedaban mirándolo, en la oscuridad. Primero solos, impotentes. Después juntos, envalentonados, compartiendo envidia.
¿Cómo son los pensamientos en la oscuridad? Son muy negros.
Isondú lo supo una noche, cuando cayó en una trampa para cazar animales y sus envidiosos enemigos se abalanzaron sobre él.
No se sabe con qué lo atacaron. Probablemente con mazas. Pero lo hicieron todos juntos, a la vez, por sorpres
Explicación:
Respuesta:
Esta leyenda me la contaron de dos maneras. Una me gustó más que la otra. En la primera versión, había un luminoso indio guaraní que atraía admiración, odios y amores.
Se llamaba Isondú. Era de esas personas que hacen que parezca fácil cazar bien, pescar aun mejor y gustarles a todos. O a casi todos.
Porque Isondú llegaba y las jóvenes no buscaban excusas para acercarse. Simplemente venían a mirarlo, a conversar con él.
Y lo rodeaban los amigos. Siempre, donde estaba Isondú había acción y risas.
No era su intención, pero se destacaba de los demás. Como si tuviera una luz acompañándolo, dándole protagonismo.
Los que no se agrupaban junto a Isondú, los que no lo querían, empezaron a sentir que se perdían en su sombra. Se quedaban mirándolo, en la oscuridad. Primero solos, impotentes. Después juntos, envalentonados, compartiendo envidia.
¿Cómo son los pensamientos en la oscuridad? Son muy negros.
Isondú lo supo una noche, cuando cayó en una trampa para cazar animales y sus envidiosos enemigos se abalanzaron sobre él.
No se sabe con qué lo atacaron. Probablemente con mazas. Pero lo hicieron todos juntos, a la vez
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