Que ventajas o desventajas puede generar para un país comercializar con mercados extranjeros
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Ventajas del comercio internacional
Mejora nuestra competitividad
Apostar por el comercio internacional agranda los límites de nuestro mercado. Una de las posibilidades aparejadas a esta circunstancia es el hecho de que podremos contar con proveedores y suministradores que ofrezcan precios más competitivos que los que encontramos en nuestro mercado local.
Generador de empleo
Si fijamos el punto de vista en las empresas extranjeras con las que tendremos que colaborar para llevar a cabo nuestra estrategia de internacionalización, podemos pensar que nuestra colaboración provocará un aumento del volumen de trabajo para dichas empresas y, por tanto, un teórico aumento del empleo que oferten.
Atracción de nuevos inversores
Si anteriormente hemos mencionado que el comercio internacional supone contar con un mayor escaparate, tenemos que entender también que ese gran escaparate puede atraer nuevos inversores. Sobre todo si, al echar mano de nuevos acuerdos internacionales, mejoramos nuestra competitividad y aumentamos el valor de nuestro producto.
Mayor eficiencia, mayores beneficios
Si conseguimos ejecutar de una manera provechosa los tres puntos anteriores parece inevitable que vamos a mejorar la competitividad de nuestra compañía y, por ende, van a aumentar los beneficios.
Desventajas del comercio internacional
Costes derivados de licencias y otras regulaciones
Traspasar fronteras también significa cambiar de leyes y regulaciones sobre nuestros productos. El hecho de que podamos encontrar un suministrador más barato en la otra punta del mundo no depende solo de que el coste que nos proponga (sumado al transporte añadido) sea menor que el coste que nos ofrece un suministrador local. También debemos tener en cuenta qué dice la legislación local y qué sobrecoste puede conllevar a nuestra cadena logística.
Saber anticiparnos a esos costes para determinar dónde está el buen negocio y dónde el error puede marcar la diferencia entre que nuestra estrategia de internacionalización resulte exitosa o todo lo contrario.
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El idioma puede ser una trampa
Pensar en global significa también pensar que en el mundo existen muchas otras lenguas para comunicarse. Es cierto que el inglés en el mundo empresarial abre muchísimas puertas hoy en día, pero hay ocasiones en las que no dominar el idioma local puede terminar transformándose en una costosa barrera.
Esto no significa que debas ser políglota para obtener beneficios de la mano del comercio internacional, pero sí que deberás tenerlo en cuenta y contratar los servicios de un profesional que te ayude a esquivar la bala.
La paciencia es clave
No puedes apostar por una estrategia de comercio internacional esperando obtener beneficios en un corto plazo de tiempo. Encontrar socios, inversores, suministradores, y, en definitiva, adaptar nuestra cadena logística a las nuevas circunstancias llevará tiempo. Saber esto no es necesario únicamente para que te armes de paciencia, sino para que sepas calcular y anticipar esa ventana de tiempo que va a ser necesaria hasta que llegues a obtener beneficios y saber cubrirte ante ella de la mejor manera.
Del mismo modo, existen circunstancias que no podemos controlar como la escasez de recursos naturales en un territorio o un inesperado cambio de precio en los mismos. Estos cambios imprevisibles e incontrolables deben ser gestionados si se da el caso y conllevarán que se agrande la ventana de tiempo necesaria hasta conseguir rentabilidad.