Que valores son necesarios para trabajar para ti y ¿porque?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1. Responsabilidad individual: Cada uno tiene que tener claro y en el máximo nivel, su responsabilidad propia e individual. El trabajo en equipo comienza por uno mismo y hay que ser muy responsable en conocer cuáles son las tareas de cada uno y desempeñarlas de manera competente.
2. Responsabilidad con el equipo: Porque en un grupo, cada integrante debe tener un nivel muy elevado de responsabilidad y compromiso con el equipo. Sin esto, nada va a funcionar porque cada uno irá por su lado sin pensar en el conjunto.
3. Honestidad: Para trabajar en equipo es imprescindible ser honesto para transmitir cuándo algo no se sabe hacer, cuándo no se llega a tiempo, cuándo el trabajo supera y/o se necesita ayuda.
4. Integridad: Es uno de los principales valores que todos deberíamos tener en nuestra vida diaria y por ende, en la profesional, sobre todo, si trabajamos en equipo, ya que convivimos con otras personas y que esforzarse para conseguir los objetivos. Dentro de integridad entran en juego muchos otros valores que son muy importantes, como la firmeza en las acciones, la humildad, la disciplina (básica para el trabajo en equipo), el control emocional, el respeto e incluso, entre otras características, la puntualidad (algo que puede parecer banal pero que cuando se trabaja con otros, hay que saber cumplir para respetar al resto y su tiempo).
5. Autocontrol: Sin autocontrol, ninguna relación en la que puedan surgir tiranteces, va a funcionar, y es que el trabajo conlleva estrés, desacuerdos, diferentes puntos de vista y es necesario que tengamos autocontrol para saber gestionar determinadas situaciones desde la calma y mano izquierda para conseguir un acuerdo en positivo.
6. Capacidad de comunicación: Igualmente, como decíamos en el punto anterior, si no se sabe mantener una buena y saludable (sobre todo saludable) comunicación con los demás, ¿cómo vamos a ser capaces de trabajar en equipo? Es realmente imposible. Con los demás integrantes del grupo hay que poder hablar y hacerlo en términos correctos, constructivos y de respecto.
7. Confianza: Hay que confiar, pero además de en uno mismo, también hay que hacerlo en los demás. Si no confías en los participantes del equipo y no crees que vayan a cumplir con sus tareas, que lo vayan a hacer correctamente o con todo su interés, es imposible que la relación funcione (ni la del equipo, ni ninguna otra).
8. Proactividad: Hay que tener ganas, hay que dar ideas, hay que aportar todo aquello que se pueda y que ayude al equipo. Tener una actitud pasiva en la que vengan a decirte lo que tienes que hacer, perjudicará a todos. Así que hay que ponerse las pilas y que salga de nosotros todo aquello que podamos.
9. Organización: Sin orden, el caos tomará las riendas de todo y de todos, y nos sumirá en el mayor de los fracasos. Hay que ser organizados, hay que ser ordenados, hay que saber marcar los timings y las tareas que cada uno tiene que realizar.
10. Motivación: Y por supuesto, además de la proactividad, hay que tener motivación para querer hacer las cosas bien, pero además, hacerlo motivado e ilusionado. Porque pasamos más de la mitad de nuestra vida trabajando, y qué mejor que hacerlo con una actitud positiva.