¿Qué valores se han presentado en la historia?
Millonario por unos minutos
Lo único que Freddy López, un reciclador que padece trastornos mentales, le pidió al cachaco de la tienda luego de devolverle los 18 millones de pesos que se le habían perdido en la basura del negocio, fue que le regalara un par de zapatos, una pinta para estrenar y comida para llevar a su mamá. La historia se registró en Soledad (Atlántico) donde “Shanghai”, como se le conoce a Freddy, de 33 años de edad, conocido porque se recorre todo el pueblo recogiendo cartones, llegó como todos los días al granero La Estrella a buscar material reciclable entre los desperdicios. “En la basura me encontré un saco con una caja de cartón llena de billetes”, relató Freddy utilizando palabras sencillas, pronunciadas con algo de dificultad debido a su limitación. Su madre, Flor María Cera, recuerda que eran las 11 de la mañana cuando Freddy llegó a la casa, alegre gritando con su saco viejo cruzado en el hombro: “¡Vieja, vieja, vas a cambiar de vida, encontré una fortuna!”, mientras le mostraba una caja en cuyo interior daba el aspecto de tener recibos de oficina. – “Ya vienes con tus vainas podridas como siempre”, fue la reacción de Flor María, pues su hijo siempre la molestaba trayéndole frutas que se encontraba en la calle. Pero su sorpresa fue grande cuando tuvo frente a sus ojos la caja llena de billetes, y en medio del asombro recuerda que lo único que atinó a decir fue “¡Ay, mijo! ¿De dónde sacaste esto?”. Freddy le explicó que esa caja se la había encontrado en la esquina del cachaco Mojica. – “Seguramente los botaron porque son malos”, replicó Flor María tratando de encontrar una explicación, pues jamás en su vida había visto tanta plata junta. Su sorpresa fue mayor cuando su hija miró un billete de 10 mil pesos y comprobó que eran de buena calidad. “Ahí fue cuando nos entró la tembladera, pues pensábamos que era plata de otra procedencia”, dijo ella, quien sostiene que no tuvo ni tiempo de soñar lo que haría con ese dinero. No habían transcurrido 30 minutos cuando en la puerta de la casa, localizada en el barrio La María, en el casco viejo de Soledad, estaba José Mojica, el dueño de la tienda preguntando por Freddy. Luego se reunió con Flor María, a la que le explicó que la caja era de él y que tenía 18 millones de pesos. “Bueno, señor, aquí está la plata. No la hemos tocado”, fue lo único que manifestó la vieja mujer. Mojica, en reconocimiento, le regaló a la familia de Freddy dos millones de pesos. “Le dije que nos reconociera algo más, que mirara la casita que el techo está que se nos viene encima y esto no me alcanza; pero no contestó nada”, dijo la anciana. José Mójica explicó que ese día se hizo un aseo en la oficina y en un descuido tiraron a la basura la caja, que estaba apartada con el dinero. “Cuando verificamos y nos dimos cuenta, encontramos el saco pero no la plata. El celador se dio cuenta de que Freddy era el único que se había acercado al lugar y de allí seguimos la pista”, explicó Mojica, quien reconoció que hoy en día es difícil encontrarse con personas con este grado de honestidad y que no opusieron ningún tipo de resistencia para entregar el dinero. Mientras tanto, Freddy y su madre están seguros de haber obrado bien y esperan que Mojica le cumpla con el par de zapatos, la pinta y el mercado, pues con eso le basta mientras espera que le llegue el golpe de suerte que saque a la familia de la pobreza. Freddy López, después de regresar el dinero, se convirtió en la figura del barrio La María de Soledad
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voy a leer primero y luego te envió
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