que utilidad les daba a las especias en la época xv
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El primer nombre que recibió la baja Mesopotamia fue el de Sumer porque en ella se establecieron a mediados del IV milenio un pueblo, los sumerios. Con ellos las aldeas neolíticas se convierten en ciudades-estado como Ur, Uruk, Lagash, Nippur, Eridu… organizadas en torno a los templos de sus respectivos dioses tutelares, que estaban representados por el ensi o patesi (quizás podría traducirse como vicario), que gobernaba con poder absoluto. El ensi era también el lugal, es decir, el “hombre importante”, la persona decisiva en la ciudad-estado.
Para facilitar la compresión procederemos geográficamente.
Mesopotamia: La fundación de ciudades-estado hizo que se desarrollase el comercio (y quizás como consecuencia el sistema de escritura que conocemos como cuneiforme). Región sin grandes canteras, el material en el que se hicieron la mayor parte de las edificaciones fue el adobe y el ladrillo (adobe cocido), que dependiendo de la importancia de la construcción se vidriaba o no y podía estar recubierta de relieves. El adobe resiste peor que el ladrillo el paso del tiempo y con los siglos buena parte de las construcciones han quedado deshechas. Esto parece marcar una diferencia con el arte egipcio, que estaba hecho para la eternidad.
Explicación:
espero que te ayude y mucho dame coronillas porfa
Respuesta:
MUSEO NAVAL
FERROL 27/01/2019 21:47 H
Desde el siglo XI, como resultado de las Cruzadas, los europeos reclamaban ciertos productos a los que se habían acostumbrado de su contacto con Oriente. Entre ellos, las especias. La ruta para llevar esos productos a Europa era conocida como la de las especias; partía del Océano Índico, llegaba al Golfo Pérsico y de ahí se trasladaba a Alejandría, Antioquía y Constantinopla (hoy Estambul), ciudad que servía de enlace entre Oriente y Occidente y a través de la cual se hacían importantes transacciones comerciales. En 1453 cayó Constantinopla en poder de los turcos, la comunicación entre Europa y Asia quedó cortada y entre los europeos surgió la necesidad urgente de encontrar otras rutas hacia Oriente. El siglo XIV estuvo marcado por malas cosechas, crueles enfermedades, interminables guerras, salteadores, climas poco favorables y una gran demanda de productos, factores que habían encarecido el precio de estas mercancías. Pero, ¿por qué tenían tanto valor esas especias? El prestigio de estos productos procedía de la carencia que sufría Europa para conservar frescos los alimentos, especialmente la carne, ya que estos se consumían a veces en un estado no muy agradable al paladar. De ahí la importancia que tenían estas especias, como la canela, el clavo, la pimienta, la nuez moscada, el jengibre y otras muchas, a la hora de aromatizar el producto y hacerlo más comestible y apetitoso y, también, para uso medicinal por sus propiedades antisépticas, estimulantes para la digestión, etc.
En el siglo XV, al interés por obtener las especias en forma directa y su creciente valorización, se sumaron también adelantos en materia científica (como la brújula y el astrolabio) y barcos más seguros (carabelas) que permitieron que los navegantes se aventuraran cada vez más lejos. Los primeros en iniciar la búsqueda de una ruta para llegar a Asia fueron los portugueses. En 1498, Bartolomé Díaz abrió la ruta por el Índico a través del Cabo de Buena Esperanza. Otros navegantes creían que para llegar a Oriente había un camino más directo atravesando el océano Atlántico, en esos tiempos más conocido como Mar Océana o Mar Tenebroso, como fue el caso de Cristóbal Colón.
Devaluación
La idea empezó a rondar la cabeza de Colón con la lectura de ciertas obras y documentos que sugerían la posibilidad de llegar a las Indias por occidente y en las que se hacían cálculos sobre las posibles distancias a recorrer no del todo aproximados a la realidad, y lo que no esperaba el almirante era darse de bruces con un obstáculo en su ruta como es todo el continente americano. La expedición de Magallanes y Elcano, dando la primera vuelta al mundo, tuvo también entre sus fines el económico y comercial en torno a las valiosas especias. Varios países europeos durante los siglos XIX y XX conseguirán aclimatar estas especias a otros continentes, donde empezaron a cultivarse masivamente y por lo tanto harán que su valor decaiga hasta el punto de que el precio de muchas de ellas es tan bajo que hoy en día es difícil creer que por su causa se organizasen algunas de estas peligrosas expediciones.
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Explicación: