Castellano, pregunta formulada por KSOS2759, hace 1 año

¿que tipo de variación lingüística es calixto?

Respuestas a la pregunta

Contestado por sharidcaceres1
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Respuesta:

Una variable lingüística es una unidad de la lengua (fónica, léxica, gramatical, discursiva) en cuya realización difieren los hablantes según variables sociales del tipo edad, sexo, nivel sociocultural, lugar de origen o grado de instrucción.

Explicación:

No todos los hablantes empleamos nuestro idioma de la misma forma. El uso de la lengua depende de factores como el lugar en el que la hemos aprendido, nuestro nivel de instrucción cultural o la situación comunicativa en la que nos encontramos en cada momento preciso. Esta diversidad es lo que se conoce como variedades de la lengua, de cuyo estudio se encarga la Sociolingüística. Entre ellas, podemos distinguir:  

Variedades sociales o diastráticas: cada grupo social tiene formas de expresarse diferentes, dependiendo de factores como la clase social, la educación, la profesión, la edad o la procedencia étnica. Para referirse a la vivienda habitual, el argot juvenil ha utilizado palabras como "keli", "chabola" o "choza". Por el contrario, en el lenguaje típico de los negocios, seguramente utilizarían "inmueble" o "finca".

Variedades situacionales o diafásicas: cada momento o situación requiere una variedad lingüística diferente. No hablamos de igual forma con un amigo que con una persona desconocida; no utilizamos el mismo lenguaje en nuestro ambiente familiar que en un juzgado. Un poeta puede utilizar la palabra "morada" en uno de sus textos, pero seguramente no la utilizará en una situación familiar por riesgo a parecer pedante o afectado, contexto donde preferirá emplear el término, más habitual, "casa".

Variedades geográficas o diatópicas: cada zona, región o pueblo tiene aspectos lingüísticos propios. Por ejemplo, una casa independiente en la zona rural en Andalucía se llama "cortijo", mientras que en Cataluña se llama "masía" y en el País Vasco, "caserío"; en Galicia, "pazo", y en la Comunidad Valenciana, "barraca". También hay diferencias importantes en la pronunciación o en algunas construcciones gramaticales según el lugar donde hemos aprendido o donde hablemos nuestro idioma.                 Como hemos dicho antes, las variedades diatópicas o geográficas son aquellas que están determinadas por el empleo de la lengua en un territorio concreto ("topos" significa "lugar" en griego). Cada idioma no se habla igual en todos los lugares por donde se extiende su influencia, y en ello influyen factores, sobre todo, de carácter histórico. En este ámbito, suelen usarse ciertos términos que conviene intentar diferenciar:

 

Megáfono

Imagen derivada de un original en

Flickr de lululemon athelica bajo CC

Lengua: es un sistema lingüístico caracterizado por estar muy diferenciado (los hablantes de lenguas distintas no se entienden entre ellos), por poseer un alto grado de normalización (los usuarios de un idioma, a pesar de las variantes que puedan emplear, se entienden entre ellos), por ser vehículo de una notable tradición cultural y literaria y, en ocasiones, por haberse impuesto a sistemas lingüísticos del mismo origen. Ejemplos de ello son: el francés, el español, el alemán, el japonés...

Dialecto: es un término que hace referencia a una realidad de tipo histórico. En efecto, toda lengua, en su origen, es un dialecto de aquella de la cual procede, por lo que el español o el francés pueden considerarse dialectos del latín. No obstante, más allá de estas consideraciones históricas o diacrónicas, un dialecto puede definirse como un sistema de signos desgajados de una lengua común, normalmente con una concreta limitación geográfica, sin una fuerte diferenciación (los hablantes de dialectos distintos se comprenden entre sí), aunque con una cierta unidad. Ejemplos de dialectos del español son el argentino o el canario.

Habla: se define como la manera en la que una determinada comunidad de hablantes emplea una lengua, con sus propias características. Es un concepto próximo al de dialecto, aunque suele aplicarse a un ámbito más restringido (provincias, comarcas, ciudades) y, sobre todo, cuando no se da el mínimo grado de unidad que exige el dialecto. Un ejemplo de ello es el distinto uso que hacen del castellano (respecto a la entonación, el vocabulario, etc.) un granadino y un onubense.                        

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