Que tipo de empleo se da mas en nuestros dias? fundamente
Precario-formal-informal
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
En los últimos días se produjo cierto revuelo mediático por la difusión de un informe de la OIT y otro informe de la UCA sobre la llamada “informalidad laboral” en la Argentina. La publicación de cifras cercanas al 50% causó –según el Ministro de Trabajo- zozobra. Más allá de las intenciones espurias y la liviandad conceptual de los grandes medios, el problema existe y no es nuevo. Las estadísticas están disponibles hace años y reflejan un fenómeno global: la desaparición del paradigma del trabajo asalariado como modus vivendi predominante de los sectores populares urbanos.
Para comprender mejor el tema es necesario hacer algunas aclaraciones. Las estadísticas de informalidad lo que reflejan es la falta de inscripción en los registros oficiales de un determinado porcentaje de trabajadores que ronda entre el 40 y el 50 por ciento según quien la mida. El trabajo informal o “no registrado” se divide en dos grandes categorías:
1. El trabajo dependiente (comúnmente conocido como trabajo en negro) tanto de empresas formales como de empresas informales;
2. El trabajo independiente , sea individual (cuentapropismo) o colectivo (cooperativas y otras formas de trabajo asociativo)
Explicación:
Respuesta:
En los últimos días se produjo cierto revuelo mediático por la difusión de un informe de la OIT y otro informe de la UCA sobre la llamada “informalidad laboral” en la Argentina. La publicación de cifras cercanas al 50% causó –según el Ministro de Trabajo- zozobra. Más allá de las intenciones espurias y la liviandad conceptual de los grandes medios, el problema existe y no es nuevo. Las estadísticas están disponibles hace años y reflejan un fenómeno global: la desaparición del paradigma del trabajo asalariado como modus vivendi predominante de los sectores populares urbanos.
Para comprender mejor el tema es necesario hacer algunas aclaraciones. Las estadísticas de informalidad lo que reflejan es la falta de inscripción en los registros oficiales de un determinado porcentaje de trabajadores que ronda entre el 40 y el 50 por ciento según quien la mida. El trabajo informal o “no registrado” se divide en dos grandes categorías:
1. El trabajo dependiente (comúnmente conocido como trabajo en negro) tanto de empresas formales como de empresas informales;
2. El trabajo independiente , sea individual (cuentapropismo) o colectivo (cooperativas y otras formas de trabajo asociativo)
Sin embargo, esta categoría expresa tan sólo uno de los aspectos del problema, no es ni el principal ni el más extendido. Cuando se habla de informalidad estamos contemplando el encuadramiento del trabajador dentro de las formas institucionalizadas de trabajo y -en particular- la cotización de aportes a la seguridad social (ANSES y otras cajas). El concepto de informalidad no nos habla ni de salario, ni de derechos, ni de condiciones reales de trabajo.
El fenómeno laboral más extendido en el marco de la globalización neoliberal no es la informalidad sino la precarización del trabajo. La precarización no se circunscribe al sector informal. Existe una enorme cantidad de trabajadores dependientes registrados o parcialmente registrados (formales) en situación de precariedad. Los municipales y los textiles son tal vez los ejemplos extremos. Sus salarios son inferiores al mínimo vital y móvil; sus condiciones laborales, deplorables.
Cuando se habla de trabajo precario no se analizan sistemas registrales sino condiciones reales de labor, ingresos, derechos. ¿Quién fija la regla de la precariedad? La OIT establece una regla que podría plantearse como un piso innegociable de derechos para todos los trabajadores. La denomina trabajo decente y abarca al menos los siguientes aspectos: a) respeto a los derechos laborales; b) ingresos adecuados y protección social para la familia; c) seguridad e higiene laboral d) diálogo social, libertad sindical, negociación colectiva y participación.
El concepto de precariedad laboral explica mejor la situación de los trabajadores en la Argentina y el mundo que el de informalidad porque nos habla de la conculcación de derechos. En nuestro país, sin ninguna duda, más del 50% de los trabajadores –formales o informales, independientes o asalariados- están en situación de precariedad. Y aún así, la Argentina tiene uno de los mejores indicadores de América Latina!
Los trabajadores excluidos y la economía popular
Existe, además, un núcleo duro de la precariedad: los trabajadores excluidos. Para encontrarlo hay que salir del “centro” del sistema económico e ir a las periferias, meterse adentro de las villas, en los basurales, en la ferias a cielo abierto, en los talleres clandestinos, entre los cartoneros, en los vagones del tren, entre los paños de los manteros, en las paradas de los motoqueros, en los montes santiagueños, en las fábricas recuperadas, en las cuadrillas de los programas sociales.
Se trata no solo de trabajo informal y precario sino también de una forma de precariedad e informalidad que no es susceptible de ser superada sin un cambio radical en la orientación del Estado. Nuestros compañeros no están en negro, sus procesos de trabajo no se van a regularizar con moratorias, sus problemas no se pueden abordar desde la lógica del sector privado. ¿Por qué? Porque estos trabajadores se encuentran en un sector económico emergente que el Estado se niega a reconocer: la economía popular.
Explicación: