¿Qué tipo de cosmovisión tenían los españoles del siglo XV y XVI?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El texto analiza la visión sobre el origen del hombre americano de tres cronistas del siglo XVII: un indígena, un fraile dominico y un cronista mayor de Indias. Cada uno, combinó las tradiciones bíblica, grecorromana y prehispánica, lo que dio como resultado peculiares explicaciones con las que aspiraban a lograr la credibilidad eclipsada por los cronistas del siglo XVI. Su historiografía tenía como objetivo la inserción del hombre americano en la historia cristiana, desde sus orígenes hasta su presente, pues en ello se cifraba su salvación. El objetivo del artículo es contribuir con más elementos de análisis al conocimiento de la construcción narrativa y de la historiografía de los cronistas del siglo XVII.
Palabras clave: cronistas; origen del hombre; cosmovisión; mitos; historiografía; Biblia
Respuesta:
El descubrimiento del Nuevo Mundo trajo consigo cambios revolucionarios tanto en términos objetivos como en el campo más subjetivo de las percepciones. El encontrarse con especies nuevas implicó un cambio paulatino pero radical en las cocinas europeas y mundiales desde el siglo XVI hasta nuestros días. Con mayor o menor intensidad, dependiendo del producto en cuestión, del país receptor y el hambre de los consumidores, los productos americanos terminaron por revolucionar la gastronomía, produciendo un enriquecimiento para los paladares, así como dotaron de nuevas palabras en los léxicos nacionales, nuevos elementos en las mesas familiares y novedosa inspiración para artistas y poetas.
Las plantas americanas tardaron en ser reconocidas en su verdadera naturaleza, riqueza y utilidad. Ya sea porque los europeos despreciaban las formas de alimentación ajenas o por las añoranzas de su régimen alimenticio de su patria natal, los conquistadores tuvieron que pasar hambre y desafiar sus propios prejuicios para poder apreciar y descubrir la flora y fauna americanas. Pero tunas, cacao, maíz, frutillas y guayabas, tras sinuosos periplos del gusto y del disgusto, triunfaron junto a papas, tabaco y calabazas.
Junto a las contables y numerosas especies alimenticias nuevas que América proporcionaba, el espacio americano concebido como un lugar ideal, fértil, dadivoso y casi infinitamente receptivo a las necesidades europeas, constituyó un aliciente efectivo en la historia de la percepción positiva de América.
América surgía y se consagraba, entonces, como lugar de oportunidades. Oportunidad no solo de paliar el hambre milenario, sino de ampliar los horizontes del hombre occidental.
DAME CORONA PLISS
Explicación: