que tienen en común la ante sala del infierno y una cárcel? en elegía para un bandolero
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
si dame coronita porfavor que me falta una
Explicación:
Hacinadas, sin guardas que las controlen dentro y con circuitos propios de venta de sexo, seguridad o alimentos sería el perfil común de muchas cárceles latinoamericanas. Se ha puesto en evidencia esta semana en Brasil, donde han muerto casi un centenar de presos en enfrentamientos entre bandas rivales en cárceles de Roraima y de Manaos. La región más violenta del mundo según datos de la ONU de 2013, que señalan que el 36% de los asesinatos que ocurrieron en el globo pasaron en el continente, afronta su particular pandemia con un reto: que sus sobrepobladas cárceles dejen de ser una cantera de criminales donde se pisotean los derechos humanos.
El argentino Gustavo Fondevila, académico del Centro de Investigación y Docencia de México (CIDE) es una de las personas que más y mejor conoce las prisiones continentales. No sólo las estudia, entra en ellas, habla con los líderes de los penales, se cuela en la vida de los presos: "En El Salvador, una de las pandillas que controlaba el penal tenía su propio portavoz que controlaba las relaciones públicas y con el que nos reunimos para que nos permitiera entrar. Nos pidió un regalo para el líder", recuerda. ¿Qué le dieron? "Un balón firmado por Messi". El otro argentino universal, el Papa Francisco, le ha ayudado a abrir otras cancelas igual de complicadas y el miércoles pidió "condiciones dignas" en los penales.
De sus estudios, donde compara seis significativos países como son Brasil, Argentina, Chile, Perú, El Salvador y México, se desprenden dos cosas: las prisiones con menor índice de violencia entre los presos y las que tienen menor tasa de maltrato por las autoridades son las que controlan los reclusos. "Las peores cárceles son las que menos se golpea a los presos. ¿Tú golpearías a un pandillero? Se da una situación paradójica: los sistemas más garantistas y que mejor funcionan es donde hay mayor violencia de los custodios contra los presos. ¿Para qué golpear a alguien si el mercado (ilegal) funciona correctamente?", dice Fondevila.