¿Qué tan importante es creer en Dios y su hijo Jesucristo?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
super importante por una razon y esa razon es la siguiente murio por nosotros para hacernos entender que el camino del diablo no es lo correcto
Respuesta:
La pregunta por Jesús de
Nazaret ha constituido el centro
de toda la teología cristiana,
pregunta que en la época actual
representa un esfuerzo mayor
al momento de confrontar la
fe con la secularización de la
sociedad en la que estamos
inmersos. Para poder responder
a este interrogante tenemos una
multitud de posibles accesos,
pero la Iglesia ha comprendido
que la forma más auténtica de
decir quién es Jesús de Nazaret,
verdadero Dios y verdadero
Hombre es recurrir a los
evangelios y a los testimonios de
la primera comunidad cristiana
reunidos en el Nuevo Testamento.
Es desde este lugar desde el cual
Sergio Silva, sacerdote chileno
de los Sagrados Corazones y
académico de trayectoria
tanto en Chile (Facultad de Teología
de la Pontificia Universidad
Católica de Chile) como en
universidades extranjeras, piensa
e intenta buscar respuestas para
enfrentar el desafío de mostrar la
credibilidad de Jesucristo y por
ende del cristianismo.
El libro se articula en cinco
capítulos, precedidos por un
prólogo del teólogo chileno
Fe r n a n d o B e r r í o s y u n a
introducción a cargo del autor.
Luego vienen los capítulos:
«Argumentos referidos a la
credibilidad del Evangelizador»
(Cap. I), «Argumentos referidos
a la credibilidad del Evangelio
proclamado y vivido» (Cap. II),
«El recurso a la Escritura» (Cap.
III), «La argumentación racional»
(Cap. IV) y finalmente el capítulo
V que se escribe a modo de
Conclusión con el título «De
Pablo a nuestros días».
Sergio Silva utiliza en su
argumentación los testimonios de
las cartas de Pablo en las cuales
se van dibujando los criterios
para considerar que la fe en Jesús
es algo fidedigno. Y nosotros nos
podemos preguntar ¿por qué
escoger el Nuevo Testamento en
general y a Pablo en particular
para lograr dicho propósito? La
respuesta radica en que tanto
los primeros cristianos como
nosotros hoy experimentamos a
menudo dificultades en nuestra
experiencia creyente. Estas
dificultades vienen tanto de
la misma Iglesia como de la
sociedad civil. Las dificultades
ad intra se basan hoy en dos
aspectos centrales: los escándalos
de abusos sexuales que han
cometido ciertos miembros de
la jerarquía y, por otro lado, el
manejo del poder. A juicio del
autor y frente a estos escándalos
«estamos lejos de ser realmente
una comunidad que atraiga a la
fe en Jesús. La vida habitual de
una comunidad parroquial no
parece satisfacer a la palabra de
Jesús: en esto conocerán todos
que ustedes son mis discípulos,
en el amor que se tengan
unos a otros»1
. Sin duda es un
diagnóstico crudo de una realidad
que es escandalosa y que espera
una respuesta consecuente de
nosotros, hermanos y hermanas
de Jesucristo. Por otro lado
tenemos la realidad ad extra,
es decir, la presentación del
mensaje cristiano a la sociedad
actual que es heredera de la
razón moderna que terminó
prescindiendo de la persona de
Dios. Paradojalmente acontece
todavía una tercera dificultad,
la cual radica en el mismo
Evangelio que predicamos, el
cual es buena noticia pero a la
vez es desconcertante, es una
necedad y un escándalo. En
palabras de Silva «pienso que
aquí, en el mensaje mismo de
Jesús, en cuanto choca con
nuestros anhelos y expectativas