que tan frecuente es el sindrome de enclaustramiento
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El síndrome de enclaustramiento es un estado de vigilia y conciencia con cuadriplejía y parálisis de los nervios craneales inferiores que conduce a discapacidad para adoptar una expresión facial, moverse, hablar o comunicarse excepto por medio de movimientos oculares codificados.
Típicamente, el síndrome de enclaustramiento es el resultado de una hemorragia o un infarto de la protuberancia que produce cuadriplejía e interrumpe y daña los nervios craneales inferiores y los centros que controlan la mirada horizontal. Otros trastornos que producen parálisis motora difusa grave (p. ej., síndrome de Guillain-Barré) y los cánceres que afectan la fosa posterior y la protuberancia representan una causa menos frecuente.
Los pacientes conservan intactas sus funciones cognitivas y están despiertos, con apertura ocular y ciclos sueño-vigilia normales. Pueden oír y ver. Sin embargo, no pueden mover la parte inferior de la cara ni masticar, tragar, hablar, respirar, mover las extremidades o los ojos lateralmente. Los movimientos verticales de los ojos son posibles; también pueden abrirlos y cerrarlos o parpader un número específico de veces para responder a las preguntas.
Explicación:
Diagnóstico
Evaluación clínica
El diagnóstico es básicamente clínico. Como los pacientes carecen de las respuestas motoras (p. ej., retirada ante los estímulos dolorosos) que en general se utilizan para medir la reactividad, erróneamente puede considerarse que están inconscientes. Por lo tanto, es preciso evaluar la comprensión en todos los pacientes que no pueden moverse, solicitando que parpadeen o que realicen movimientos oculares verticales.
Como en el estado vegetativo, están indicadas las neuroimágenes para descartar trastornos tratables. Se realizan imágenes encefálicas con TC o RM que ayudan a identificar la anomalía en la protuberancia. Se puede hacer una TEP, una SPECT o una RM funcional para evaluar más a fondo la función cerebral si el diagnóstico está en duda.
En los pacientes con síndrome de enclaustramiento, el EEG muestra patrones normales de sueño-vigilia.