¿Que sucedió tras la muerte del rey de Macedonia?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Al morir sin nombrar claramente un heredero, le sucedió su medio hermano Filipo III Arrideo (323-317 a. C.), que era una persona con discapacidad intelectual, y su hijo póstumo Alejandro IV (323-309 a. C.).
Respuesta:
Al morir sin nombrar claramente un heredero, le sucedió su medio hermano Filipo III Arrideo (323-317 a. C.), que era una persona con discapacidad intelectual,y su hijo póstumo Alejandro IV (323-309 a. C.). El verdadero poder estuvo en manos de sus generales, los llamados diádocos (sucesores), que iniciaron una lucha despiadada por la supremacía que conduciría al reparto del imperio de Alejandro y su fraccionamiento en una serie de reinos, entre los cuales acabarían imponiéndose el Egipto Ptolemaico, el Imperio seléucida y la Macedonia antigónida.
Explicación:
Con su repentina muerte, el macedonio Alejandro Magno dejaba tras de sí un imperio relativamente nuevo, controlado por un fuerte poder militar y con unas estructuras internas aún en construcción. No existía un heredero acorde con la leyenda alejandrina; apenas una promesa de tal, teniendo en cuenta que Roxana, la esposa del Magno, todavía no había dado a luz a su hijo. A todo ello se unió la personalidad de unos generales ambiciosos y violentos, una mezcla con garantías de provocar graves enfrentamientos por la supremacía.
La muerte del rey, ocurrida en 323 a. C., abrió un período convulso de varias décadas en las que estos oficiales, llamados diádocos (sucesores), lucharon entre sí. Unos lo hicieron para mantener el difuso espíritu unitario de Alejandro, y la mayoría para extender su esfera de influencia territorial a costa de los demás. Las guerras entre ellos se desencadenaron por doquier hasta la fecha aproximada de 276 a. C., cuando los diferentes reinos helenísticos (Macedonia, con la dinastía de los antigónidas; Egipto, con los ptolemaicos; o Mesopotamia-Persia, con los seléucidas) aparecen ya plenamente consolidados.