Qué sucedió con el teatro musical en los años treinta?
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Respuesta: nose
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La Gran Depresión afectó el público teatral a ambos lados del Atlántico, ya que la gente tenía poco dinero para gastar en entretenimiento. Solo unos cuantos espectáculos superaron una permanencia en Broadway o en Londres de 500 representaciones durante la década.
Muchos espectáculos siguieron el estilo de canto y danza alegre de sus predecesores de los años 1920. La pareja de baile formada por Fred Astaire y su hermana Adele protagonizaban la revista The Band Wagon (1931), mientras que Anything Goes (1934), de Cole Porter consagraba a Ethel Merman como la reina de teatro musical, título que mantuvo durante muchos años. Escritores británicos, como Noël Coward e Ivor Novello continuaron estrenando musicales sentimentales de la antigua moda, como The Dancing Years. Del mismo modo, Rodgers & Hart regresaron de Hollywood para triunfar de nuevo en Broadway, en montajes como On Your Toes (1936), Babes In Arms (1937) y The Boys From Syracuse (1938). El récord de la década en permanencia en cartel lo ostenta Hellzapoppin (1938), una revista con participación del público, que alcanzó las 1404 representaciones.
George Gershwin
Especial mención merece Of Thee I Sing (1931), una sátira política con música de George Gershwin y letra de Ira Gershwin y Morrie Ryskind, que fue el primer musical galardonado con el Premio Pulitzer.4 As Thousands Cheer (1933), una revista por Irving Berlin, en la que cada canción se basaba en un titular de periódico, fue el primer espectáculo de Broadway en el que una persona afrodescendiente, Ethel Waters, fue protagonista junto a actores blancos. Porgy and Bess (1935), de los hermanos Gershwin y DuBose Heyward, contó con un elenco totalmente afrodescendiente y mezclaba ópera, folk y modismos de jazz. Por su parte, The Cradle Will Rock (1937), con música y letra de Marc Blitzstein y dirección de Orson Welles, era una pieza a favor de los sindicatos con connotaciones altamente políticas que, a pesar de la controversia en torno a ella, se las arregló para mantenerse durante 108 representaciones. I'd Rather Be Right (1937), de Richard Rodgers y Lorenz Hart era una sátira política con George M. Cohan como el presidente Franklin D. Roosevelt.
A pesar de los problemas económicos de la década y la competencia del cine, el género musical sobrevivió. De hecho, el movimiento hacia la sátira política en Of Thee I Sing, I'd Rather Be Right y Knickerbocker Holiday, junto con la sofisticación musical de los musicales de Gershwin, Kern, Rodgers y Weill y la puesta en escena de ritmo rápido y estilo de diálogo naturalista creado por el director George Abbott, mostró que el teatro musical comenzaba a evolucionar más allá de los gags y coristas musicales de décadas anteriores y el romance sentimental del género de la opereta.