¿Qué sucedería si se bloquea la función de el utero?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
¿Qué es el útero?
El útero es el órgano reproductor femenino en el que se produce la gestación de los seres humanos y el resto de mamíferos. Es un órgano muscular hueco, de forma triangular, ubicado en la cavidad pélvica, delante del recto y detrás de la vejiga urinaria. Su longitud es de unos ocho centímetros y su anchura de cinco centímetros. Tiene un ovario a cada uno de sus lados, órgano en el que se producen hormonas y los óvulos, las células sexuales femeninas, que llegan al útero a través de las trompas de Falopio.
Partes del útero
Cuerpo: es la parte más amplia, de cinco centímetros. Su parte superior, redondeada, forma el fondo uterino, a cuyos lados se abren las trompas uterinas o de Falopio.
Cuello o cérvix: Hace una ligera protrusión en la vagina, en cuya cavidad se abre.
Istmo: es la base o fondo, de un centímetro.
Además el útero está formado estructuralmente por la capa mucosa o endometrio, la muscular o miometrio, y la fascia envolvente o perimetrio.
Es sostenido principalmente por el diafragma pélvico y el diafragma urogenital. Además, también lo sostienen los ligamentos y el peritoneo por mediación del ligamento ancho del útero.
Función
El útero es el órgano encargado de la gestación. Los ovarios producen los óvulos, que se desplazan a través de las trompas de Falopio. Una vez que el óvulo abandona el ovario puede ser fertilizado e implantarse en la pared del útero. Su principal función es albergar el óvulo fecundado y ofrecerle las condiciones óptimas para que desarrolle el embrión en su interior.
Enfermedades del útero
Normalmente el primer signo de una enfermedad uterina suele ser una hemorragia anormal entre las menstruaciones o después de las relaciones sexuales. Las causas de estas hemorragias ginecológicas pueden ser de varios tipos: hormonales, problemas tiroideos, miomas, pólipos, cáncer, infecciones o embarazo.
Una de las causas más comunes de enfermedad uterina son los fibromas, también conocidos como mioma, leiomioma, leiomiomata y fibromioma, que son tumores benignos que se desarrollan en el interior del tejido muscular del útero. Del 20 al 50 por ciento de las mujeres en edad fértil los padecen, aunque a muchas de ellas no les ocasione ningún problema.
Otras patologías frecuentes son las infecciones, la endometriosis, una inflamación del revestimiento mucoso del útero que puede afectar al cuello y/o al cuerpo del órgano, y la adenomiosis, en la que el endometrio anida en las paredes externas del útero.
Además, por ser el órgano de la menstruación, el útero es propenso a alteraciones hormonales que causan hemorragia uterina disfuncional y/o hiperplasia endometrial, que consiste en el crecimiento excesivo de las células de la capa superficial del útero y se debe a niveles continuamente elevados de estrógenos.
Otro problema común es el prolapso uterino o histerocele, una forma de descenso genital femenino que puede ser provocado por el trauma de dar a luz, sobre todo en partos múltiples o complicados. La probabilidad de padecerlo se incrementa a medida que la mujer envejece.
Tratamiento de enfermedades uterinas
Si la mujer sufriera alguna de las enfermedades anteriormente descritas, su médico podría indicarle que se realizara una histerectomía, la segunda operación más frecuente entre mujeres. Esta puede ser de varios tipos
Histerectomía subtotal: es la extirpación del útero excepto el cuello uterino.
Histerectomía total: es la extirpación del útero y el cuello uterino.
Histeroctomía radical: se extirpan el útero, el cuello uterino, los ovarios y las trompas de Falopio.
La incisión para realizar la intervención quirúrgica puede realizarse a lo largo de la línea del vello púbico, a través de la vagina, en caso de prolapso o si el útero es suficientemente pequeño, o entre la parte inferior del ombligo hasta encima de la línea del vello púbico.
Aunque la reacción a estas enfermedades varía según la mujer, y sobre todo dependiendo de su edad, lo normal es que esta sufra sofocos u otros síntomas similares a los de la menopausia. Existe la posibilidad de que, con el fin de calmar estos síntomas, el médico recomiende a la recién operada un tratamiento de sustitución de estrógenos u otro medicamento. Muchas mujeres siguen disfrutando de una vida sexual activa y satisfactoria después de la histerectomía.