¿Qué sucede en los países cuando su gobierno es injusto y desigual?
Respuestas a la pregunta
Explicación:
Es frecuente la afirmación por parte de las autoridades gubernamentales: "el Brasil no es un país pobre, pero sí es un país injusto". Si ese reconocimiento es un hecho positivo, el enfrentamiento de esa realidad todavía está lejos de ser satisfactorio.
El reconocimiento por parte del gobierno de que este es un país injusto señala la necesidad de articular la cuestión de la pobreza con la de desigualdad social. Eso significa, por lo tanto, asociar la cuestión de la superación de la pobreza a medidas redistributivas, sean ellas de transferencia directa de renta, sean ellas indirectas, a través de políticas sociales.
Se contrapone, sin embargo, a la consecución de esta meta una serie de obstáculos. El primero de ellos habla respecto al modelo de ajuste estructural y de estabilización económica adoptado, denominado de ajuste pasivo, que puede ser traducido como "la dictadura de los economistas": las cuestiones decisivas para la sociedad brasilera son sometidas al monopolio de las políticas económicas. Con esto, se crea en la práctica -aunque no en el discurso- la ya conocida antinomia entre el desarrollo económico y el desarrollo social que debe, con urgencia, ser superada.
Un segundo obstáculo, de naturaleza más propiamente política, habla respecto a la conjunción de fuerzas que dan soporte al gobierno, conservadoras y patrimonialistas. Se suma a eso la nueva disposición federativa resultante de la Constitución de 1988, que -al mismo tiempo que eleva a la condición de entidad federada al municipio- crea mecanismos que dificultan acciones solidarias entre las tres esferas de gobierno (nacional, estatal y local).
Un tercer obstáculo, de naturaleza más estrictamente social, habla respecto a la magnitud de los problemas sociales, dada la dimensión geográfica y poblacional del país. Así, siempre que se habla de porcentajes poblacionales, se está hablando de un contingente de millares de personas.
En consecuencia, la pobreza y la desigualdad social asumen una enorme complejidad.
Es urgente el desafío de formular, un nuevo proyecto para la sociedad que contemple la perspectiva de la mejora de las condiciones de vida de la población a través de reformas sociales profundas. Y esta tarea no cabe exclusivamente al Estado o a la sociedad y al mercado, sino al conjunto de la sociedad, allí comprendido el Estado, tan importante y fundamental en su papel de regulación cuanto mayor sea la magnitud de la pobreza y de la desigualdad social en el país.
Besitos OvO
Respuesta:
Explicación:
se desencadena la pobreza, los conflictos entre regiones