que signigica chiluca? ayuda porfavor
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piedra transparente que se utilizaba para construir los edificios de la Nueva España.
yohana26:
gracias ahora gracias ati sacare un dies
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3
de ocupación española en México, pues se cree que este poblado debe su nombre al primer dueño de estas tierras, un español llamado Miguel Achilquiluca, quien poseyó un área de terreno productivo regado por el río Tlalnepantla. En aquella época era común ponerle a las haciendas o a los ranchos el nombre de su primer dueño.
En el libro “Nombres Indígenas del Estado de México”, don Cecilio A. Róbelo, menciona que Chiluca es el nombre de una piedra, la “traquita anfibólica”; concepto que ratifica el investigador novohispano Manuel Olaguible, quien menciona a este lugar como: “donde abunda la Chiluca".
Sin embargo esta versión podría ser desechada, pues bajo esta interpretación el pulque que se produce en Tlamapa, se llamaría Tlamapa; y sin embargo Tlamapa no significa pulque. Por añadidura, Tecalli se llama al mármol que se saca del pueblo de Tecalli; y sin embargo "Tecalli” no significa "mármol”. De la misma manera se le da el nombre chiluca a una piedra que se labra en el pueblo de Chiluca; pero Chiluca no significa "piedra".
A decir de quien escribe estas líneas, Chiluca es una corrupción de “Chillocan”, que se compone en mexicano de "Chillotl" o "Chillutl", que significa “lo enchilado o lleno de chiles” y “can”: que significa lugar. Así Chiluca sería: “lugar de chilares”.
Bajo esta acepción, el nombre de Chiluca, se podría aplicar a los lugares donde se cosecha el chile, como la región de Zacatecas y otros estados. Sin embargo, en el poblado de Chiluca, en Atizapán de Zaragoza, es difícil ver una planta de chile, ni se ha encontrado en la tradición oral algún conocimiento de que haya habido este tipo de plantaciones allí.
El dato más antiguo que se tiene del Rancho de Chiluca es de un terreno comprado por don Alonso de Bazán, quien fue dueño de tierras que tiempo después compondrían parte de la Hacienda de Santa Mónica. Se menciona que este personaje “compró un terreno propiedad del Rancho de Chiluca”; y de lo anterior se puede suponer que ese rancho se formó entre 1540 y 1545, y debe su nombre a una deformación de Achilquiluca, nombre de su primer propietario.
A continuación se trascribe un documento que explica que el mismo dueño de la Hacienda de Santa Mónica era dueño también de la Hacienda de Chiluca, siendo esta la primera vez que el Rancho de Chiluca es considerado anexo a la Hacienda de Santa Mónica, y tiempo después cuando era dueño don Benito Muriel. El texto indica lo siguiente: “…Tacuba po de ojos y posesión dada a los herederos del Marqués de el Valle de la Colina, Pablo Madrazo, en virtud de sentencia ejecutoria de el Virrey de la Real Audiencia, en tierras dadas en posesión, consistieron en los ranchos de Chilma, Ojo de Agua y del Molino de Santa Mónica, a fojas 7 y siguientes se dan linderos. Felipa Fuentes alegó despojo del rancho llamado Chiluca. Ejecutado por José González Calderón, dueño de la hacienda de Santa Mónica”.
En el mismo expediente se encuentra testimonio de los autos hechos sobre la composición del Rancho llamado “San Miguel Chiluca”, que se componía de un sitio de ganado menor y cuatro caballerías de tierras, alrededor de unas doscientas hectáreas: “La sucesión del Marqués del Valle de la Colina siguió juicio contrató se Cedillo y herederos de Cristóbal Fuentes…".
Hacia 1752 esta propiedad era de don José Cedillo, y se componía de un sitio de ganado menor, un solar cuadrado y una zanja por cada uno de los cuatro puntos cardinales, así como 249 varas y tres varas cuadradas adicionales (equivalentes a 700 hectáreas aproximadamente). Para entonces sus límites comprendían el Rancho de Apazco, el Rancho de la Cueva, la Hacienda del Cristo o del Santo Cristo, y entre ellos el río Tlalnepantla; contenía en ese entonces al cerro de Chiluca, que hoy pertenece a Rancho Blanco.
Entre los antecedentes encontrados existen documentos del Archivo de Notarías de Tlalnepantla, que indican que en 1764 esas tierras eran propiedad de Felipa y Eusebia Fuentes; anexado para entonces con la Hacienda de Santa Mónica; hasta el año de 1857, cuando fue dueño de la hacienda el señor don Antonio Bufarrel, mismo que vendió la propiedad a don Benito Longinos Muriel, quien para entonces era dueño de la Hacienda de Santa Mónica
Al morir don Benito Longinos, le hereda a su viuda doña María de la Peña Muriel, quien en 1875 vende a don Teodoro Rodríguez, y ya para entonces estas tierras dejan de ser anexas a la Hacienda de Santa Mónica. Luego el Rancho es comprado por don Norberto Pliego Pérez, y en 1908 lo adquiere la señorita Jovita Arellano; pero después de este dueño hubo una gran cantidad de propietarios, e inclusive se menciona como propietarios a la familia Rojas, dueños de la Hacienda de El Pedregal.
Para 1900, los límites del Rancho de Chiluca
En el libro “Nombres Indígenas del Estado de México”, don Cecilio A. Róbelo, menciona que Chiluca es el nombre de una piedra, la “traquita anfibólica”; concepto que ratifica el investigador novohispano Manuel Olaguible, quien menciona a este lugar como: “donde abunda la Chiluca".
Sin embargo esta versión podría ser desechada, pues bajo esta interpretación el pulque que se produce en Tlamapa, se llamaría Tlamapa; y sin embargo Tlamapa no significa pulque. Por añadidura, Tecalli se llama al mármol que se saca del pueblo de Tecalli; y sin embargo "Tecalli” no significa "mármol”. De la misma manera se le da el nombre chiluca a una piedra que se labra en el pueblo de Chiluca; pero Chiluca no significa "piedra".
A decir de quien escribe estas líneas, Chiluca es una corrupción de “Chillocan”, que se compone en mexicano de "Chillotl" o "Chillutl", que significa “lo enchilado o lleno de chiles” y “can”: que significa lugar. Así Chiluca sería: “lugar de chilares”.
Bajo esta acepción, el nombre de Chiluca, se podría aplicar a los lugares donde se cosecha el chile, como la región de Zacatecas y otros estados. Sin embargo, en el poblado de Chiluca, en Atizapán de Zaragoza, es difícil ver una planta de chile, ni se ha encontrado en la tradición oral algún conocimiento de que haya habido este tipo de plantaciones allí.
El dato más antiguo que se tiene del Rancho de Chiluca es de un terreno comprado por don Alonso de Bazán, quien fue dueño de tierras que tiempo después compondrían parte de la Hacienda de Santa Mónica. Se menciona que este personaje “compró un terreno propiedad del Rancho de Chiluca”; y de lo anterior se puede suponer que ese rancho se formó entre 1540 y 1545, y debe su nombre a una deformación de Achilquiluca, nombre de su primer propietario.
A continuación se trascribe un documento que explica que el mismo dueño de la Hacienda de Santa Mónica era dueño también de la Hacienda de Chiluca, siendo esta la primera vez que el Rancho de Chiluca es considerado anexo a la Hacienda de Santa Mónica, y tiempo después cuando era dueño don Benito Muriel. El texto indica lo siguiente: “…Tacuba po de ojos y posesión dada a los herederos del Marqués de el Valle de la Colina, Pablo Madrazo, en virtud de sentencia ejecutoria de el Virrey de la Real Audiencia, en tierras dadas en posesión, consistieron en los ranchos de Chilma, Ojo de Agua y del Molino de Santa Mónica, a fojas 7 y siguientes se dan linderos. Felipa Fuentes alegó despojo del rancho llamado Chiluca. Ejecutado por José González Calderón, dueño de la hacienda de Santa Mónica”.
En el mismo expediente se encuentra testimonio de los autos hechos sobre la composición del Rancho llamado “San Miguel Chiluca”, que se componía de un sitio de ganado menor y cuatro caballerías de tierras, alrededor de unas doscientas hectáreas: “La sucesión del Marqués del Valle de la Colina siguió juicio contrató se Cedillo y herederos de Cristóbal Fuentes…".
Hacia 1752 esta propiedad era de don José Cedillo, y se componía de un sitio de ganado menor, un solar cuadrado y una zanja por cada uno de los cuatro puntos cardinales, así como 249 varas y tres varas cuadradas adicionales (equivalentes a 700 hectáreas aproximadamente). Para entonces sus límites comprendían el Rancho de Apazco, el Rancho de la Cueva, la Hacienda del Cristo o del Santo Cristo, y entre ellos el río Tlalnepantla; contenía en ese entonces al cerro de Chiluca, que hoy pertenece a Rancho Blanco.
Entre los antecedentes encontrados existen documentos del Archivo de Notarías de Tlalnepantla, que indican que en 1764 esas tierras eran propiedad de Felipa y Eusebia Fuentes; anexado para entonces con la Hacienda de Santa Mónica; hasta el año de 1857, cuando fue dueño de la hacienda el señor don Antonio Bufarrel, mismo que vendió la propiedad a don Benito Longinos Muriel, quien para entonces era dueño de la Hacienda de Santa Mónica
Al morir don Benito Longinos, le hereda a su viuda doña María de la Peña Muriel, quien en 1875 vende a don Teodoro Rodríguez, y ya para entonces estas tierras dejan de ser anexas a la Hacienda de Santa Mónica. Luego el Rancho es comprado por don Norberto Pliego Pérez, y en 1908 lo adquiere la señorita Jovita Arellano; pero después de este dueño hubo una gran cantidad de propietarios, e inclusive se menciona como propietarios a la familia Rojas, dueños de la Hacienda de El Pedregal.
Para 1900, los límites del Rancho de Chiluca
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