Qué significo el movimiento comunero para la independencia
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Esto también se conoce como una revuelta o levantamiento de miembros de la comunidad. Fue un movimiento armado lanzado por el gobernador de Nueva Granada en marzo de 1781, en el marco de las diversas respuestas del gobierno de Carlos III al desarrollo del reformismo borbónico estadounidense. . Su epicentro se ubica en la localidad de El Socorro, que ahora pertenece a la provincia de Santander en Colombia. La revuelta se desencadenó por la implementación de reformas fiscales y económicas en la nueva franquicia, lo que significa que aumentará la carga impositiva sobre las personas, aumentarán ciertos privilegios e inmunidades, y las restricciones al cultivo de tabaco tendrán un gran impacto en los productores locales. influencias. Estas medidas han creado una insatisfacción generalizada en el levantamiento, especialmente contra las autoridades locales que implementan reformas.
Explicación:
Respuesta:
Movimiento Comunero
Explicación:
La primera revolución popular contra el gobierno español en nuestro país fue la de los comuneros, iniciada en el Socorro
el 16 de marzo de 1781. El pueblo socorrano se levantó contra los altos gravámenes que exigía el gobierno colonial, en
un acto de rebeldía provocado por Manuela Beltrán, una cigarrera, quien en un momento de valerosa cólera rompió el
edicto de los impuestos.
El levantamiento fue respaldado por las masas campesinas de la región, en su mayoría cultivadores de tabaco, así como
también por los comerciantes, y se escogió como su jefe a don Juan Francisco Berbeo. Este dirigió la movilización hacia
Santa Fe, capital del virreinato, en donde se encontraban la Real Audiencia y el Visitador del Rey, don Juan Francisco
Gutiérrez de Piñeres, encargados de hacer cumplir el recaudo de los tributos.
Los comuneros, en número que se calcula entre 16.000 y 20.000 multitud en armas que no milito ni en la independencia
acamparon en El Mortiño, cerca de Zipaquirá. Bajo la presión de esa multitud, el gobierno, representado por el
arzobispo Antonio Caballero y Góngora, firmó con Berbeo unas «capitulaciones» en que se establecían autonomías
económicas y políticas para los granadinos.
Más tarde el tratado fue desconocido por las autoridades, ya dispersos los sublevados y reforzada militarmente la
represión. En el movimiento apareció un «carismático» caudillo popular: José Antonio Galán, y quedó latente el espíritu
de la independencia.