Religión, pregunta formulada por gilaryandrea, hace 3 meses

que significa la frase "la solidaridad es el fruto de la comunicación."

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Respuestas a la pregunta

Contestado por alcivaraldo5
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La palabra hebrea Torá es un término amplio con toda una gama de significados entre los que figuran: instrucción, enseñanza, indicación, directriz y ley, a veces puede traducirse como “revelación divina”. La dificultad surge a la hora de traducirla a nuestros idiomas actuales en donde es frecuente referirse a la Ley Mosaica como un todo como “Ley” con mayúscula y a la ley con minúscula para denotar un determinado mandamiento, estatuto o precepto (1).

En el siglo II a. c. los rollos de la Torá se habían convertido en una parte central de la religión judía. Se trata de una Torá compuesta de 613 mandamientos, como una   doctrina rabínica que muestra una tendencia a enunciar obligaciones básicas que funcionaban como principios generales de la vida judía (2). Jesús habla más bien de hacer la voluntad de Dios y de guardar sus mandamientos, “el precepto de Dios”. Jesús nos recuerda la necesidad de distinguir y de no equiparar el “precepto de Dios” de todos aquellos preceptos que se refieren a las tradiciones de cada pueblo, a lo que hace referencia el evangelio de Marcos cuando dice: “Dejando el precepto de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres” (7,8).

Jesús se presenta como un profeta que hacía ya realidad la llegada inminente del Reinado de Dios e inculca ciertas obligaciones que apuntan hacia un restablecimiento final de un nuevo pueblo santo de Dios. Una “ética del reino”, o sea de la vida que corresponde a la venida del Reino de Dios que será plena realidad al final de los tiempos. El amor lejos de ser opuesto a la Ley es para Jesús el valor y mandamiento supremo de ella.

El Jesús histórico enseña realmente el doble mandamiento del amor. “¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús le contestó: El primero es: Escucha Israel; el Señor nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos” (Mc 12,28-31). Los textos de Dt 6,4-5 o el de Lev 19,18b nunca aparecen citados palabra por palabra como mandamientos de la Torá en el resto del Antiguo Testamento. Jesús no cita simplemente uno de esos textos sino que cita ambos y los pone adosados. Los ordena numéricamente, destacando que Dt 6,4-5 es el primero de los dos y que Lev 19,18b es el segundo y afirmando la superioridad de ambos mandamientos sobre todos los demás. Tanto la precisa formulación como la configuración de esta enseñanza sobre el mandamiento del amor son exclusivas de Jesús dentro del contexto más amplio de la literatura judía anterior a su ministerio o contemporánea de él (3).

El evangelio de Mateo (22,39-40) vincula más estrechamente el primero y el segundo mandamiento (el segundo es “como” el primero) y declara que “de estos dos mandamientos penden (dependen, se reduce o en ellos se resume) toda la ley y los profetas” (4).

El libro del Levítico distingue implícitamente al “prójimo” (19,18b) del “residente” (v. 34), el individuo que por vivir dentro de la comunidad tiene ciertos derechos aunque no sea miembro pleno de ella. El hecho mismo de que el redactor del Lev 19 haya considerado necesario incluir un mandamiento adicional de amar al residente (“lo amarás como a ti mismo”) indica que Lev 19,18b no lo incluye en la categoría de “prójimo”. El amor al prójimo equivale a mostrar y mantener solidaridad entre los miembros plenos del pueblo de Dios, una apremiante necesidad durante el destierro de Babilonia y en el periodo inmediatamente posterior, cuando el Levítico recibió probablemente su forma final. El punto de referencia es otro miembro del pueblo de Israel (5).

En la tradición evangélica Q referida en Lc 6,32-35 y Mt 5,46-47 el mandamiento de amar a los enemigos omite el amor a Dios y va más allá del amor al prójimo ordenado en Marcos. La tradición Q rechaza una ética de reciprocidad entre iguales, lo cual entra en tensión con el énfasis del evangelio y cartas de Juan en el amor recíproco (“los unos a los otros” Jn 13,34; 15,12 + 17) dentro de la comunidad (6).

El hecho de que Jesús haya pronunciado un mandamiento del amor lo describen varias fuentes principales (7):

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Contestado por alondrarobles
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apoyo incondicional a causa de interés ajeno

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