que significa combustión
Respuestas a la pregunta
Por combustión se entiende el proceso mediante el cual se produce la quema de cualquier sustancia, ya sea gaseosa, líquido o sólida. En este proceso, el combustible se oxida y desprende calor, y, con frecuencia, luz. ... A esto también se le llama reacciones de oxidación.
La combustión (del latín combustio, -onis),[1] en sentido amplio, puede entenderse como toda reacción química, relativamente rápida, de carácter notablemente exotérmico, que se desarrolla en fase gaseosa o heterogénea (líquido-gas, sólido-gas) con o sin manifestación de llamas o de radiaciones visibles.[2]
Desde el punto de vista de la teoría clásica, la combustión se refiere a las reacciones de oxidación que se producen de forma rápida, de materiales llamados combustibles, formados fundamentalmente por carbono (C) e hidrógeno (H) y en algunos casos por azufre (S), en presencia de oxígeno, denominado el comburente, y con gran desprendimiento de calor.
Respuesta:
Combustión significa acción y efecto de quemar o arder por completo una determinada materia. La palabra proviene del latín combustio y combustioni con el mismo significado.
Explicación:
Desde el punto de vista científico, la combustión se describe como un proceso de oxidación veloz del que se libera energía en forma de calor. Este proceso puede generar luz (llamas) o no.
La combustión está presente en la vida cotidiana. Por ejemplo, en la cocina y chimeneas que usan fuego, en la movilización de maquinaria y el parque automotor (motores de combustión interna), etc.
Para que la combustión sea posible, es necesaria la presencia de factores específicos: un combustible, un oxidante o comburente y calor en altas proporciones.
El combustible se conforma de materia que contiene carbono e hidrógeno. Sin embargo, eventualmente el combustible puede contener azufre. Algunos materiales combustibles conocidos son el carbón, el gas natural, la madera y derivados del petróleo como la gasolina, el plástico, entre otros.
La sustancia oxidante o comburente suele ser el oxígeno, aunque no en estado puro, sino en una proporción de 21% de oxígeno y 79% de nitrógeno, que es la composición básica del aire. También otras sustancias pueden funcionar como comburente. Por ejemplo, el flúor.
En cuanto al calor que desata la combustión, la temperatura debe alcanzar un grado de calentamiento mínimo para que el combustible pueda reaccionar. Este grado recibe nombre de punto de ignición o temperatura de inflamación.
La cantidad de energía o calor que se desprenda de la combustión dependerá de las cualidades y características de los materiales en combustión, de manera que los resultados son variables.
Todo proceso de combustión genera productos. Los más importantes son: dióxido de carbono, carbón y vapor de agua.