que se esta haciendo en relación con la posible disminución de co2
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España
El Gobierno de España declaró la emergencia climática y ambiental,servirá para acelerar la acción climática. En total, se llevarán a cabo 30 líneas de acción «prioritarias». El Ejecutivo se ha comprometido a ejecutar cinco de esas medidas en los 100 primeros días de Gobierno. La que más apremia, dada su importancia, es remitir al Parlamento el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Con esta ley, se busca garantizar que se alcancen las emisiones netas cero –es decir, compensar lo que se emite y lo que se absorbe– para 2050, año en el que el mundo debería estar ‘libre’ de gases de efecto invernadero.
Esa ley de cambio climático incluirá un sistema eléctrico 100% renovable, un parque de vehículos que no emitan gases de efecto invernadero, un sistema agrario neutro en emisiones, y un sistema fiscal que lleve a la descarbonización.
Unión Europea
Aunque España tenga su propia hoja de ruta para mitigar y adaptarse al cambio climático, esta deberá estar en consonancia con los objetivos acordados en el seno de la Unión Europea. En noviembre, el Parlamento Europeo ya declaró la emergencia climática y ambiental, una resolución que insta a todos los actores posibles a que «lleven a cabo las acciones concretas necesarias para luchar y contener esta amenaza antes de que sea demasiado tarde».
En esta línea, la Comisión Europea, dirigida por la alemana Ursula von der Leyden, presentó en diciembre el Pacto Verde Europeo. Este plan, sin carácter jurídico vinculante pero con valor político, incluye hasta 50 acciones para la lucha contra el cambio climático. La meta es convertir Europa en el primer continente neutro en emisiones para mediados de siglo.
Alemania
El país germano es el sexto del mundo que más contribuye al cambio climático. Para corregir esa realidad, el pasado 18 de diciembre de 2019 entró en vigor un plan de 70 medidas. El objetivo es reducir el 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Para ello contarán con un presupuesto de 54.000 millones de euros a gastar hasta 2023.
A partir de 2021, se empezará a pagar 10 euros por tonelada de CO2. El precio irá subiendo hasta costar 35 euros en 2025, afectando al precio de la gasolina, diésel, calefacciones y gas natural. Lo que se ingrese se usará como fuente de financiación para la transición energética.
Reino Unido
En 2008, el país anglosajón fue pionero en llevar el cambio climático a rango de ley. Aunque esa disposición exigía un recorte del 80% para 2050, el año pasado, la entonces primera ministra, Theresa May, anunció un compromiso para que el país alcanzara la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero para la misma fecha.
China y Estados Unidos
Son los dos países que más gases de efecto invernadero emiten a la atmósfera.
En el caso de Estados Unidos, Donald Trump ha dejado claro cada vez que tiene oportunidad su rechazo a la ciencia del clima. Tampoco es un gran amante de la biodiversidad. El último gran golpe a la lucha climática del líder estadounidense se hará realidad a finales de año. En noviembre, el país norteamericano saldrá oficialmente del Acuerdo de París. Y se culminará el día después de las elecciones presidenciales.
La desconexión entre la comunidad científica y la Casa Blanca es absoluta. Aun así, Estados Unidos continúa presente en la acción climática gracias a muchos territorios del país. Más de una veintena de Estados, más de 500 ciudades, más de 2.000 empresas y grupos inversores, así como distintas instituciones se han unido para formar el movimiento We are still in.
En cuanto a China, este deberá ser el año en que revise sus compromisos climáticos. Desde el Gobierno han prometido mostrar «la mayor ambición posible» de cara a su plan quinquenal de 2021. El país asiático tiene que reducir las emisiones de GEI por unidad del PIB entre un 60-65% en 2030 respecto a sus niveles de 2005. Según el Informe del Progreso de China sobre la Implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en 2018 la intensidad del carbono de China disminuyó aproximadamente un 45,8% en comparación con las cifras de 2005. El país asiático superaba así el objetivo del 45% marcado para este año. Actualmente, un 14,3% de la energía que consume el país procede de fuentes no fósiles.
Para poder mantener el calentamiento global por debajo de los 2ºC, China tiene que reducir su generación de electricidad a partir del carbón en un 40% para 2030