¿Qué rol cumplen las clases populares en el desarrollo del burgués?
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Respuesta:
nose
Explicación:
- quiero puntos perdon jajaa la proxima broo
Respuesta:
Como muchos argentinos a fines del Siglo XX, Ezequiel Adamovsky pasó de la clase media a las clases populares. Su caso no se trató de una cuestión de ingresos o laboral sino de objeto de estudio. Luego de “Historia de la clase media argentina. Apogeo y decadencia de una ilusión: 1919-2003” (Planeta, 2009), acaba de aparecer “Historia de las clases populares en la Argentina. Desde 1880 hasta 2003” (Sudamericana, 2012). ¿Por qué “la” clase media y “las” clases populares? Porque, dice el autor, el último es un colectivo más heterogéneo y que no siempre logra superar su fragmentación.
Adamovsky (con estudios en filosofía e historia y prácticas de investigación en varios centros de estudio cimentando su CV) se propone “poner a disposición del público general una síntesis de investigaciones de las últimas décadas sobre los diversos aspectos del mundo popular, desde la vida cotidiana, la cultura y el trabajo, hasta las identidades, las formas de organización gremial y de acción política” de las clases populares, que vivieron y viven una realidad cruzada “por diferentes situaciones de explotación, opresión, violencia, pobreza, abandono, precariedad y discriminación”. Y agrega: “Pero también por ello son suelo fértil para experiencias de comunidad, de solidaridad y de resistencia que con frecuencia dan lugar a una intensa creatividad cultural e ideas alternativas”.
Así planteado, el libro se divide en tres etapas: 1880-1945; 1945-1973 y 1973-2003.
En la primera, con la consolidación del Estado Nacional y “la profundización del capitalismo” como tendencia persistente, el autor describe la transformación demográfica y la oleada inmigratoria, que fue tan importante para la politización de las clases populares. Para Adamovsky, el “crisol de razas” y la “modernización económica” del país en esos años son mitos. El primer mito omite la desigualdad racial que existió y el segundo, la escasa equidad con la que se repartían las riquezas del modelo agroexportador. “Hacia 1880, por ejemplo, poco había en común entre un toba en el Chaco, un afroporteño que trabajaba como peón en el puerto y una empleada de comercio italiana de la ciudad de Córdoba”, escribe.
Los actores de las primera fuerzas unificadoras provinieron del incipiente movimiento obrero de Buenos Aires y otras urbes del litoral. El camino que arranca en 1880, y en su recorrido encuentra momentos tan distantes pero, a la vez, mutuamente influyentes como el triunfo de Hipólito Yrigoyen en 1916 o el golpe de Estado de 1930 y fenómenos como la popularización del tango y el fútbol o la emergencia embrionaria de un nacionalismo popular y criollo, termina en 1945. El país, y las clases populares, habían cambiado. Por lo tanto, las características de la próxima etapa histórica serían otras.