que rio de nicaragua se le llamo rio el desastre y porque
Respuestas a la pregunta
Por eso en la historia de Nicaragua y de Hispanoamérica, el siglo XVI está vinculado a la coyuntura mundial de la expansión de Europa hacia todos los pueblos de la tierra. En este contexto, se ubican las exploraciones de los europeos en el siglo XV y el acontecimiento —inevitable e irreversible— del 12 de octubre de 1492, encabezado por España. Esta potencia, en el mismo año de su unidad política y religiosa, emprendió la incorporación del Nuevo Mundo a la historia de Occidente; incorporación que marcó la modernidad y el inicio de una integración económica a nivel planetario. Todo ello al margen de sus resultados desastrosos para el continente americano, “descubierto” en general por Europa: sociedad pletóricamente vital que tenía, entre sus factores formativos, el clasicismo griego, la herencia jurídica de Roma y el cristianismo universalista.
Llama la atención que Cristóbal Colón, cuando dobló el Cabo Gracias a Dios el 12 de septiembre de 1502, después de la terrible tormenta a la que se refirió en carta (Lettera raríssima) a los reyes Católicos “como parecer el fin del mundo”, no encontrara vida humana en el litoral nicaragüense, como sí halló en Honduras, Costa Rica y Panamá, en su cuarto y último viaje. Así lo anota el doctor Jaime Incer en su ensayo El cuarto viaje de Colón y la Costa Caribe del Istmo Centroamericano, publicado en revista de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua, Tomo LIV, septiembre 2002, con motivo de los 500 años de haber llegado el Almirante a nuestras costas.
En su carta, Colón no da muchos detalles de su paso por dicho litoral, pero Incer se apoya en 3 documentos más para seguir la pista del ilustre navegante: del escribano Diego de Porras, de su hijo Hernando Colón, que le acompañaban, y la crónica de Pedro Mártir de Anglería, quien entrevistó a Colón poco antes de su muerte.
Del ensayo resumo lo que corresponde a Nicaragua. Colón parte de Cádiz con cuatro carabelas el 11 de mayo de 1502. Después de algunos contratiempos insulares toca tierra firme en Honduras, actual Bahía de Trujillo, encuentra indígenas que lo reciben bien, intercambia objetos por alimentos, hace decir la primera misa en el continente y sigue rumbo Este, donde es sorprendido por una fuerte tormenta que soporta por varios días hasta que dobla un cabo y los vientos le son benignos. Es 12 de septiembre.
“Bajaban la costa oriental de Nicaragua las cuatro carabelas con velas destrozadas… y la tripulación —unas 140 almas— hambrienta y enferma… Colón se condolía de tan lastimera situación. Buscando el Estrecho Dudoso (un pasaje que le condujese de China —creía estar recorriendo— a la India, el Quersoneso Áureo; nunca imaginó que descubría un nuevo mundo) no se alejaba mucho del litoral… y no encontraba puerto para reparar sus barcos. Tampoco avistaron población ni gente junto al litoral (probable había ramas y kukras tierra adentro)”. Anglería menciona la abundancia de peces y grandes tortugas y muchedumbre de cocodrilos en la arena, y tres ríos que pudieron ser Wawa, Kukalaya y Prinzapolka. “Navegaban junto a la barrera que actualmente separa la Laguna de Perlas del mar… la alargada barrera arenosa de Tasbapauni cerrando casi por completo la entrada de la laguna por los sedimentos acarreados por el río Grande de Matagalpa”, indica Incer.
Teniendo necesidad de agua y alimento, Colón envió dos bajeles a un río que parecía profundo, pero al regreso la corriente hizo zozobrar las barcas, pereciendo dos tripulantes. Colón le nombró “río del Desastre”; algunos afirman que se trata del río Grande de Matagalpa, pero Incer cree por la configuración y distancia se trata del río Escondido, frente a cuyo delta se encontraba la flotilla. Anglería menciona que al oriente de este río a trece leguas Colón alcanzó dos pequeñas islas cuyas frutas eran parecidas a los limones, las nombró Limonares (hoy islas del Maíz).
Al sur del río del Desastre encontraron el cabo Roas (Rojo), un saliente que es hoy Monkey Point (cabo Sierpe, según mapa Zorzi atribuido a Bartolomé Colon, también a bordo); “es posible que Colón desesperado buscase un puerto donde abrigarse y lo encontró en esa península pernoctando por un día”.
En 1510, ocho años después que Colón la recorriese, se le encargó en Veragua al adelantado Diego de Nicuesa la exploración de la Costa Caribe. Nicuesa se perdió frente a la costa de Nicaragua, ahí zozobró su carabela con sesenta hombres al incursionar un río, al extremo de que el adelantado tuvo que ser buscado y rescatado, lugar llamado después “ensenada de los Perdidos”. Este río pudo ser el Punta Gorda (o bien Maíz e Indio, regiones lluviosas), bautizado por Colón “San Mateo”, avistándolo el 21 de septiembre, día del Apóstol, según Anglería.
La desembocadura del río San Juan —hoy como ayer— no se verifica directamente en el mar. Colón no advirtió la salida del río. “Por un capricho de la historia —comenta Incer— Colón dejó atrás aquella costa donde un río caudaloso (remontable con sus barcos) y un extenso lago de agua dulce a continuación lo hubiesen acercado al otro mar: el vasto océano Pacífico”. El 25 de septiembre Colón botaba anclas frente a las costas de un pueblo llamado Cariay, actualmente Puerto Limón, Costa Rica, “donde los indios parecían bien dispuestos a recibir a los extraños visitante