¿Qué riesgos implica para una pareja concebir hijos Cuando el padre es RH positivo y la madre es RH negativo?
Respuestas a la pregunta
Incompatibilidad de Rh y peligros para el embarazo
Le puede pasar a cualquiera: la modelo Chrissy Teigen confiesa que lucha contra la depresión postpartoLe puede pasar a cualquiera: la modelo Chrissy Teigen confiesa que lucha contra la depresión postparto
Los antidepresivos durante el embarazo duplican el riesgo de defectos de nacimientoLos antidepresivos durante el embarazo duplican el riesgo de defectos de nacimiento
Un exceso de ácido fólico podría aumentar el riesgo de autismo en el bebéUn exceso de ácido fólico podría aumentar el riesgo de autismo en el bebé
Uno de los primeros y más importantes análisis que debe hacerse la mujer embarazada es el de sangre. Este análisis básico determina qué tipo de sangre tiene y cuál es su factor Rh. Y es que el factor Rh desempeñará un papel importante en la salud del bebé.
El factor Rh es una proteína presente en las células y, de acuerdo con su tipo de sangre, cada persona tiene proteínas específicas de ese tipo de sangre en la superficie de los glóbulos rojos. Existen cuatro grupos sanguíneos: A, B, AB y O.
A su vez, cada uno de los cuatro grupos sanguíneos se clasifica según la presencia o no en la superficie de los glóbulos rojos de otra proteína que determina el factor Rh. Si la persona es portadora de esta proteína, es Rh positivo; si no es portadora, es Rh negativo.
La mayor parte de la población, un 85%, tiene esa determinada secuencia de aminoácidos que en lenguaje común es denominada habitualmente Rh+. Hay muchas combinaciones posibles según sean los Rhs de los progenitores, pero la sensibilización Rh o la incompatibilidad Rh únicamente puede darse cuando la madre es factor Rh negativo y el padre Rh positivo.
Madre Rh negativo y padre Rh positivo
De entre todas las combinaciones posibles, el riesgo existe cuando se combinan el grupo sanguíneo de la mujer Rh- y el del hombre Rh+, aunque no habría riesgo si el bebé hereda el Rh- de la madre.
Pero cuando una mujer Rh negativo y un hombre Rh positivo conciben un hijo, existe la posibilidad de que el bebé tenga problemas de salud. Es posible que el bebé que está formándose dentro de la madre que es Rh negativo tenga sangre Rh positivo que heredó del padre.
Aproximadamente la mitad de los niños con una madre Rh negativo y un padre Rh positivo son Rh positivos aunque hay que señalar, antes de explicar los posibles efectos adversos, que éstos no se darían normalmente en el primer embarazo sino en los siguientes.
No existe riesgo de incompatibilidad de Rh en el primer embarazo
La madre normalmente no está sensibilizada en el primer embarazo, sino en el segundo o siguientes; a estos efectos se considera primer embarazo cualquiera anterior aunque no haya llegado a término.
Esto significa que, por lo general, la incompatibilidad Rh no es un problema cuando se trata de un primer embarazo ya que, a menos que haya algún tipo de anormalidad, la sangre del feto no entra en el sistema circulatorio de la madre durante el embarazo.
Sin embargo, durante el parto, la sangre de la madre y la del bebé pueden entremezclarse. Si esto sucede, el cuerpo de la madre reconoce la proteína Rh como una sustancia extraña y comienza a producir anticuerpos (moléculas proteicas en el sistema inmunológico que reconocen, y luego destruyen, las sustancias extrañas) para atacar a las proteínas Rh que entran en su sangre.
La mujer Rh negativo embarazada también puede entrar en contacto con la proteína Rh (algo que podría producir anticuerpos) en las transfusiones de sangre con Rh positivo, los abortos espontáneos y los embarazos extrauterinos.
Durante los siguientes embarazos, los glóbulos rojos del feto pueden pasar al torrente sanguíneo de la madre a medida que ella lo alimenta a través de la placenta.
Los anticuerpos Rh no son inofensivos en los siguientes embarazos, ya que si la madre concibe un bebé Rh+ el organismo de la mujer ahora sí va a reconocer las proteínas Rh como cuerpos extraños. Entonces sus anticuerpos pasarán al torrente sanguíneo del bebé para atacar a esas células.