¿Qué relación tienen la economía y la política con el surgimiento de la Violencia en Colombia?
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Resumen
En esta nota se refieren los enfoques teóricos en economía que pueden ser utilizados como marco de la indagación acerca de las causas de la violencia en Colombia, se relacionan los trabajos recientes de los economistas colombianos, en el marco de dos aproximaciones teóricas, y se formulan las posibles direcciones de la indagación futura.
Abstract
In this note the theoretical approaches in economics that can be used as a framework to study the causes of violence in Colombia are referenced. Recent studies of Colombian economists are related in the framework of two theoretical approaches and possible paths of future studies are proposed are proposed.
En esta nota1 se refieren los enfoques teóricos en economía, que pueden utilizarse como marco de la indagación acerca de las causas de la violencia en Colombia. Se relacionan los trabajos recientes de los economistas colombianos, en el marco de dos aproximaciones teóricas y se formulan las posibles direcciones de la indagación futura.
COLOMBIA: ESTADÍSTICAS DE LA VIOLENCIA RECIENTE
El crecimiento del narcotráfico desde 1980 vino acompañado de un aumento notable de los homicidios y los secuestros. Entre 48 países en desarrollo no africanos, Colombia mostró la mayor tasa de homicidios intencionales con 77,S/lOO mil habitantes, en el período 1986-89, seguido de Brasil, con 24,6/100 mil. En 1991, las muertes violentas ascendieron a 92,6/100 mil habitantes, el registro más alto del mundo y muy superior a los 28/100 mil habitantes del período 1963-1983, qu e se pued e consid erar como el indicador de épocas de paz.
En los últimos veinte años han venido aumentando los homicidios atribuibles al conflicto armado interno. Entre 1985 y 1998, el promedio anual de muertes causadas por el conflicto fue de 1420, con tendencia creciente. En ese período hubo 14.000 acciones armadas: tomas de poblaciones, sabotajes, contactos entre los grupos armados y las fuerzas armadas, piratería y hostigamientos; hubo veinte mil muertos por el conflicto: de los cuales los civiles representaron 27 por ciento, las fuerzas armadas, 28 por ciento y los guerrilleros, 46 por ciento. Colombia ocupa los lugares 14 y 25, entre 73 casos con información sobre duración y número de muertes del conflicto armado interno. Al combinar duración y número de muertes, Colombia se compara sólo con Afganistán, Angola, Sudán y Ruanda [Echeverry y otros 2001].
Entre 1985 y 1998, el número de secuestros informados se multiplicó por once y para el mismo período, la cifra por cada millón de habitantes pasó de nueve a ochenta. Entre 1996 y 1999, los casos de secuestro fueron 6.444, de los cuales, 5.800 fueron hechos cometidos contra civiles y 644, contra personal de las fuerzas armadas. El 81 por ciento de los casos contra la población civil tuvo una motivación económica [Mejía 2001]. Las estadísticas muestran un innegable aumento de los crímenes violentos en Colombia en los últimos quince años. Se sabe que los indicadores no registran la totalidad de los delitos cometidos y no hay acuerdo sobre las razones que los motivaron y los agentes que los impulsaron.
LA ECONOMÍA IBA BIEN
En la última década del siglo veinte, Colombia vivió profundas transformaciones institucionales, al igual que otros países de la región latinoamericana. Cambiaron las reglas del juego en la economía y los empresarios debieron enfrentar un nuevo escenario nacional y mundial. El crecimiento económico fue menos dinámico que en las décadas anteriores, pero se mantuvo positivo hasta finales del decenio, los indicadores sociales mejoraron durante los primeros ocho años y sufrieron un brusco deterioro en los últimos dos años, de tal manera que hubo un regreso de una década en los indicadores de desarrollo humano. La apertura comercial no estuvo acompañada de la devaluación prevista, por razones que aún no están completamente esclarecidas. La expectativa de unos ingresos extraordinarios, provenientes de las exportaciones futuras de petróleo, a raíz del megadescubrimiento petrolero de Cusiana en 1993; la afluencia de capitales, en el marco de normas que la favorecieron, inclusive el de capitales de colombianos en el exterior; y los ingresos por exportaciones ilegales pudieron contribuir a la revaluación.